La empresa de contrachapados 'Garnica Plywood' ha inaugurado esta mañana su nueva fábrica 'Baños de Río Tobía II', situada en el municipio riojano con el mismo nombre. La planta de producción que entró en funcionamiento en pasado año supuso una inversión de 12,2 millones de euros y cuenta con 50 empleados.

El presidente de esta entidad, Pedro Garnica, ha anunciado además la próxima inauguración de una nueva fábrica en la localidad de Marmande (Francia). Al acto de esta mañana han asistido el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, además de varios directivos y socios de la empresa.

Según ha explicado Garnica, esta empresa "líder" en el mercado tiene una facturación anual que ronda los 100 millones de euros, unos 500 empleados y ha experimentado un crecimiento sostenido del 20 por ciento anual. Además, el 70 por ciento de su materia prima (madera de chopo principalmente) proviene de arboledas riojanas, si bien exporta más del 80 por ciento de su producción a 20 países.

Con motivo de esta inauguración, Pedro Garnica se ha referido al esfuerzo de "los héroes anónimos" que forman parte de la empresa y a sus propios padres, fundadores de la serrería hace 70 años, y hermanos, que también forman parte de ella.

Por otro lado, el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, ha expresado su "orgullo" ante la trayectoria de 'Garnica Plywood', que ha pasado de ser una "empresa familiar riojana a una multinacional". Sanz ha atribuido este éxito a la "humildad, el trabajo y la perseverancia".

Asimismo, Sanz ha ensalzado el carácter "familiar" de esta entidad, que a diferencia de otras, mantiene "un contacto cercano con el trabajador".

En opinión del presidente riojano, "la apuesta por la tecnología, la internacionalización y la ecología" explican los resultados obtenidos por la empresa de contrachapados. Ha alertado además de que la "internacionalización, el hecho de salir fuera", es el único modo de garantizar el futuro de cualquier empresa.

Finlamente, Pedro Garnica ha expresado su "preocupación" ante el retraso del pago de diversas ayudas, que según sus palabras, puede "acuciar" a las empresas e incluso hacerlas peligrar. Por ello, ha demandado mayor agilidad en los pagos.