Alrededor de 400 personas se manifiestan contra el botellón en Palma

Alrededor de 400 personas se han manifestado contra el botellón en Palma para exigir una solución a esta práctica al Ayuntamiento en la que ha sido la primera de las protestas que hoteleros, comerciantes y vecinos pretenden repetir cada lunes hasta obtener un resultado contra esta problemática.

Alrededor de 400 personas se han manifestado contra el botellón en Palma para exigir una solución a esta práctica al Ayuntamiento en la que ha sido la primera de las protestas que hoteleros, comerciantes y vecinos pretenden repetir cada lunes hasta obtener un resultado contra esta problemática.

La manifestación, que convocó la Asociación de Comerciantes e Industriales del Paseo Marítimo, comenzó en el Muelle de las Golondrinas tras una pancarta en la que se podía leer "Por la convivencia en Palma, no al botellón" y fue recorriendo el paseo hasta llegar a la sede de la Autoridad Portuaria, donde se leyó el manifiesto, que más tarde se volvió a leer frente al Consistorio palmesano.

César Canales, uno de los miembros de la Asociación Provincial de Empresas de Actividades Marítimas de Baleares (APEAM) ha sido el encargado de leer el texto en el que se aseguraba que el fenómeno del botellón existe desde hace 16 años en el Paseo Marítimo sin que ninguno de los gobiernos que han ocupado el Ayuntamiento en las últimas cuatro legislaturas haya encontrado una solución real a esta práctica.

Asimismo, ha afirmado que cada fin de semana miles de jóvenes -15.000 según un recuento realizado hace escasas semanas por colectivos afectados- ocupan el Paseo Marítimo haciendo botellón "con los problemas que ello conlleva" y entre los que ha citado el fomento del alcoholismo en edades tempranas, el coste que implica la limpieza de la zona o el refuerzo de la seguridad. En este sentido, ha indicado que cada fin de semana se calculan unas pérdidas de en torno a los 600.000 euros entre los comercios y empresas de la zona, a los que hay que sumar otros 75.000 euros que se destinan a las labores de recogida de la basura que ocasiona esta práctica.

El manifiesto señalaba también que el 83 por ciento de la población balear tiene un interés "muy directo" en la eliminación del botellón. Además, aseguraba que el 80 por ciento de los adolescentes de las islas en edades comprendidas entre los 14 y los 18 años ha consumido alcohol en alguna ocasión, y el 54 por ciento en el último mes.

A la manifestación, que ha sido secundada por sectores poblacionales muy diversos, han asistido los representantes de asociaciones de comerciantes como Afedeco o Pimem, así como de los hoteleros y vecinos.

El presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales del Paseo Marítimo, Manuel Jiménez, ha estimado que la ordenanza que prepara el Consistorio palmesano para regular la práctica del botellón debe ser un "punto de partida" sobre el que hay que trabajar para mejorarla y ha pedido la participación de los distintos grupos políticos para ello. A su parecer, a esta normativa le falta "la valentía" de prohibir el consumo de alcohol en la vía pública.

Asimismo, ha solicitado que el botellón no sea incluido en la campaña electoral municipal que se realizará el próximo año al considerar que "los ciudadanos de Palma no se merecen que se entre a arañar votos con este tema".

Además, ha asegurado que van a continuar con sus protestas hasta que se tomen medidas y que no van a esperar a que se apruebe la normativa municipal, dado que opinan que "con las ordenanzas actuales se puede atajar y erradicar este problema".

El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Baleares (Afedeco), Bartomeu Servera, ha destacado que el botellón causa "un enorme deterioro económico y turístico" derivado del daño que provoca a la imagen de Palma, además de ser el origen de "un problema social". "No entendemos de ninguna manera que la Administración pueda amparar que niños de 13 ó 14 años puedan beber en la calle lo que quieran sin ningún control sanitario y sin saber lo que beben".

Por su parte, el presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem), Joan Cabrera, ha dicho que "no tiene ningún sentido" que el Ayuntamiento espere a después del verano para aprobar la ordenanza y ha considerado que, si la clase política "no se moja", el tejido empresarial sufrirá las consecuencias. Asimismo, se ha mostrado partidario de erradicar completamente el consumo de alcohol en la vía pública.

En la misma línea se ha expresado la presidenta de la Asociación Hotelera de Palma, Marilén Pol, quien ha afirmado que una de las posibles "medidas eficaces" sería la prohibición total del consumo de bebidas alcohólicas en la calle. Además, ha subrayado que esta práctica ocasiona a los hoteleros "graves consecuencias" con sus clientes, los cuales ha asegurado que tienen "miedo cuando regresan a sus hoteles" y que, incluso, llegan a preguntar si el establecimiento se encuentra en la zona donde se hace botellón.

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