La presión de la Urbana expulsa a los sin techo de Ciutat Vella

La mayoría de ellos se buscan la vida en otros barrios de la ciudad. La diáspora complica la tarea a los servicios sociales.
Un indegente durmiendo en el suelo, ayer por la mañana, en la Rambla Catalunya.
Un indegente durmiendo en el suelo, ayer por la mañana, en la Rambla Catalunya.
Jordi Soteras
Un indegente durmiendo en el suelo, ayer por la mañana, en la Rambla Catalunya.
Los agentes de la Guàrdia Urbana patrullan cada día a primera hora de la mañana por las calles de Ciutat Vella en busca de personas que duerman en el suelo. Su misión consiste en despertarles y hacerles circular, para evitar que se queden todo el día en el mismo sitio.

Esta presión policial ha provocado que los sin techo abandonen el distrito de Ciutat Vella y se desplacen a otros barrios donde los agentes les dejan en paz. Fuentes policiales explicaron que este sistema ya se aplicaba, pero que «desde septiembre se ha incrementado», como sucedió durante la Festa de la Mercè.

Menor control

La diáspora forzada de los sin techo hacia los otros barrios dificulta mucho el trabajo de los servicios sociales y de las entidades que les ayudan, ya que tienen más dificultades para encontrarlos. El responsable de la Fundació Arrels, Salvador Busquets, que trabaja con personas sin techo, explica que algunos mendigos también han decidido abandonar su ubicación habitual para evitar que les encuentre la furgoneta de los Servicios Sociales, que les recoge para llevarlos hasta el pabellón de la Mar Bella: «la gente que ha estado en este equipamiento no tiene muchas ganas de volver». En este pabellón, con cabida para 100 personas, se les da comida y una cama y se estudia cada caso para derivarlo hacia otros recursos sociales.

«Siempre habrá»

El concejal de Benestar Social, Ricard Gomà, asegura que «aunque se hicieran camas para todos los sin techo, seguiría habiendo gente durmiendo en la calle», y recordó que en Barcelona existen 465 plazas de acogida nocturna. En muchos de estos espacios, a primera hora de la mañana, también les obligan a salir.

«Muchos de ellos viven con miedo»

A raíz del asesinato de María Rosario a manos de tres jóvenes, distintas entidades que trabajan con mendigos han reclamado a las administraciones «medidas sociales urgentes» para «impedir agresiones» y evitar que «nadie se vea obligado a dormir en la calle».

Busquets explicó que los mendigos están «expuestos a una situación de violencia» y que no sufren muchas agresiones, pero «pasan mucho miedo».

El documento de las entidades también pide a la ciudadanía «que se resista a la tentación de invisibilizar a estas personas».

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