La Conselleria de Educación deberá indemnizar con 11.323 euros a la madre de una niña de 6 años que sufrió en junio de 2005 la amputación de los dedos índice y corazón tras caerle encima la tapa de una alcantarilla que estaba siendo manipulada por sus compañeros minutos antes de que sonara el timbre de entrada a clase en un colegio público de Picassent (Valencia), según recoge un dictamen del Consejo Jurídico Consultivo (CJC).

Según consta en la resolución del CJC, consultada por Europa Press, el órgano considera que existe responsabilidad patrimonial de la Generalitat, en concreto de la Conselleria de Educación, ya que "aunque no fuera previsible que niños de corta edad pudieran levantar una de las trapas" de la alcantarilla, "la falta de adecuada vigilancia en sus juegos fue la causa de que tales hechos se produjeran".

Por tanto, estima la relación de causalidad entre el funcionamiento de la Administración y el daño producido, consistente en la amputación de dos dedos que posteriormente le fueron reimplantados.

Sin embargo, la cuantía de la indemnización es ligeramente inferior a la solicitada por la reclamante, de 14.958 euros por las secuelas físicas más la derivada de los daños psicológicos sufridos tanto por la menor como por su progenitora, estimados en 6.000 y 3.000 euros, respectivamente.

El CJC considera, no obstante, que la descripción de las secuelas realizada por el médico de la niña y la del informe de la Comisión de Valoración del daño corporal "no es idéntica", ya que la primera incluye una "ligera" limitación de la flexión de la falange que no menciona el informe de la Comisión.

Además, apunta que la valoración del médico presentada por la reclamante computa las secuelas no como pérdida parcial, después reconstruida, sino como amputación completa.

Por ello, el órgano consultivo afirma que, recurriendo de forma orientativa a los baremos utilizados en los accidentes de tráfico, que incluyen los daños morales, la cuantía a pagar por la Generalitat debe ascender a 11.323 euros.