El escondite de Boabdil

Guadix (Granada) tiene catedral, alcazaba y cuevas donde vive la gente. En los alrededores se pueden encontrar fantasmales minas abandonadas.
La ciudad de Guadix, vista desde su alcazaba.
La ciudad de Guadix, vista desde su alcazaba.
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La ciudad de Guadix, vista desde su alcazaba.
La ciudad de Guadix fue el primer barrio de Granada que llamó rey a Boabdil. En este lugar se ocultó El Chico tras huir de las garras de su tío El Zagal. No es raro, por tanto, que la antigua Acci tenga una impresionante alcazaba desde la que se contempla toda la ciudad y cuyo acceso se dé a través del seminario. Pero Guadix conserva también una impresionante catedral (cabeza de la diócesis Guadix-Baza), construida sobre la vieja mezquita ente los siglos XVI y XVIII.

Quien quiera tomar la temperatura social a este lugar debe darse una vuelta por el mercado de abastos o pasear por el barrio de las cuevas (donde aún vive la gente en inmensos huecos excavados en la roca) Guadix es la puerta del marquesado de Zenete, una comarca que conserva su esencia rural. Pueblos como Jeres del Marquesado, Alquife y, por supuesto, Lanteira, uno de los municipios más altos de España.

Algunas de las visitas imprescindibles son el castillo renacentista de La Calahorra, las minas abandonadas de Jeres (con fantasmales casas señoriales semiderruidos)... lamedas, vegas, cañadas, caminos por los que perderse durante horas en contacto con la naturaleza.

El tapeo por bandera

Una de las características gastronómicas que más llaman la atención a los viajeros que llegan a Andalucía Oriental es el tapeo. Inmensas raciones gratis para acompañar la cerveza o el vino. Guisos de choto y pollo, patatas aliñadas y hasta hamburguesas son el acompañamiento habitual a la hora del aperitivo.

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