El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, acompañado por el director general de Pesca y Alimentación, Fernando Torrontegui, ha visitado este viernes la empresa cárnica Salami S.A, ubicada en Mercasantander, y que ha recibido en 2010 una subvención de más de 600.000 euros de los fondos comunitarios FEADER que le ha permitido adquirir nueva maquinaria que facilitará su penetración en el mercado portugués y del sur de Francia.

Además, en el período 1994-2006, la empresa ha recibido 726.000 euros en ayudas de la Consejería de Desarrollo Rural dirigidas a la modernización tecnológica de las instalaciones y a adquisición de maquinaria.

Según ha informado el Gobierno, Oria ha recorrido los diversos departamentos de la fábrica, desde la cadena de elaboración de productos hasta la planta de embalaje, y ha asegurado que esta empresa es un claro ejemplo del "aprovechamiento de las ayudas".

Tras destacar la "fidelidad" de sus trabajadores, el consejero se ha referido a la "alta proyección" de sector agroalimentario de la región, que supone un 11 por ciento del producto interior bruto industrial de la región y da empleo a más de un 17% de la población activa.

Por su parte, el gerente de Salami, Juan Antonio López, ha agradecido la visita del consejero y ha asegurado que demuestra la apuesta del departamento que dirige Oria por la industria agroalimentaria. Asimismo, López se ha referido a la importancia de las ayudas recibidas que, además de implementar nueva tecnología, han permitido cubrir de forma más eficiente el campo de las ventas en todo el territorio nacional.

Salami S.A. es una empresa familiar dedicada a la producción y comercialización de productos cárnicos de cerdo, embutidos y derivados, fundada en 1978 por el padre del actual gerente, Juan Antonio López Fernández, y su esposa, Mercedes Martín, en unas instalaciones del Primero de Mayo, aunque previamente, desde 1958, existió ya como una pequeña carnicería ('Del Cuerno') en la calle Vargas, donde se elaboraban y vendían embutidos y carne de primera calidad. Tras la muerte del fundador en 2008, sus hijos asumieron las riendas del negocio.

Desde 1994 se ubica en Mercasantander, en un recinto de aproximadamente 5.000 metros cuadrados, y en la actualidad cuenta con cerca de 30 empleados cualificados.

Su actividad se extiende también al ámbito nacional y en estos momentos está intentando abrir la vía internacional e introducirse en los mercados francés y portugués.

Asimismo, es la primera pyme del sector alimentario cántabro que obtiene la Certificación Medioambiental de la norma ISO 14001, un reconocimiento a su apuesta constante por la calidad y por la adaptación a las últimas tendencias del mercado.