El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, acompañado del alcalde de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, y de la directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral, Ana Isabel Ramos, ha inaugurado este jueves la última fase del abastecimiento de agua a Santillán-Boria, obras que también suponen la culminación del abastecimiento de agua a todo el municipio de San Vicente, "tanto en calidad como en cantidad, gracias a la conexión con la Autovía del Agua".

Las obras, que han supuesto una inversión de 339.636 euros, incluyen la construcción de un nuevo depósito regulador en Gandarilla, con una capacidad de 200 metros cúbicos, así como las conducciones para su conexión a la red de saneamiento y a la Autovía del Agua.

Martín ha recordado que con estas obras, San Vicente dispondrá de dos fuentes para abastecerse, la del Plan Valdáliga, que durante mucho tiempo ha sido la única, y la de la Autovía del Agua, que es la que "garantiza plenamente el consumo a los vecinos y a los visitantes en verano".

Aunque las obras han supuesto la garantía y la solución definitiva al abastecimiento de agua, Martín se ha dirigido al alcalde de San Vicente para manifestarle el apoyo de la Consejería a otras actuaciones de carácter hidráulico (saneamientos y renovación de redes) por medio de las obras previstas en el Plan de Obras y Servicios (POS), donde se ha llevado a cabo, al menos, una obra cada dos años, en cada término municipal de Cantabria.

Con energía solar

Las actuaciones de Medio Ambiente se han realizado en dos ámbitos. Por un lado, se ha cambiado la tubería saliente del viejo depósito en Boria y se ha sustituido por una tubería de fundición de 200 y 80 milímetros de diámetro que continuará hasta Santillán, donde también se han dispuesto las acometidas domiciliarias.

Por otro, las obras han construido el depósito regulador en Gandarilla, de hormigón armado, y que cuenta con equipo dosificador de cloro, control de bomba por radiofrecuencia, un equipo de sondas y un panel solar para la energía que requiere el sistema.

Para llevar el agua al depósito, se ha colocado una tubería de fundición de 100 milímetros de diámetro que ha sustituido a la vieja, y que servirá de impulsión para el abastecimiento, de tal manera que el depósito se irá llenando hasta que éste alcance su cota máxima, momento en el que la bomba dejará de funcionar.

La nueva tubería, —que prácticamente tiene el mismo trazado que la anterior—, se conectará con la red de abastecimiento nueva y con la Autovía del Agua.

Finalmente, la Consejería de Medio Ambiente ha acondicionado los accesos al depósito nuevo con un camino de tres metros de ancho que permitirá los trabajos de mantenimiento de las instalaciones.