La ex ministra de Educación Mercedes Cabrera considera que en la actualidad ya existe un pacto "tácito" sobre la educación, a pesar del "ruido" y las críticas que en torno a este área se produce en el debate político.

La catedrática de Historia del Pensamiento y los Movimientos Sociales y Políticos se remitió a su época al frente de la cartera de Educación para recordar que entonces, en las mesas sectoriales, comunidades autónomas gobernadas por PSOE, PP o partidos nacionalistas toman "el 99% de las decisiones por unanimidad".

Y esto era así porque, en su opinión, ya hay un pacto educativo "funcionando", que se basa en la "convicción tácita" y compartida por todos de que "la educación es fundamental en la sociedad".

"Lo comparte todo el mundo", aseveró este miércoles en rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). No obstante, admitió que "luego viene el ruido y las críticas", o los "ajustes" que, pese a todo, considera "menores" en comparación "con lo otro", con la "convicción" del valor de la educación.

Pero además, la que fuera ministra de Educación bajo uno de los anteriores gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero rechazó las afirmaciones sobre los excesivos cambios a que se ha visto sometida la legislación de esta materia.

"Tenemos esa sensación", expresó, pero "no es cierto", y explicó que en realidad hubo procesos de grandes reformas a finales de los años 80 y principios de los 90. Sin embargo, ella los achacó a que la "modernización" de la educación en España "llegó muy tarde" y muy concentrada en el tiempo.

Asimismo, la ex ministra de Educación señaló que ve un "contrasentido" pedir que la educación está adaptada a una "sociedad que cambia" a un "ritmo más rápido" y a la que vez "reclamar que no cambie la legislación.

Cabrera precisó que la estabilidad en la educación es importante, pero apostó por un "sistema más flexible", "que se asuste menos ante los cambios".

La ex responsable de Educación indicó que hay aspectos en que este área es "totalmente incompatible" con la parte de la política que "exige resultados inmediatos". "Si se cambia una ley, los resultados educativos no cambian al año siguiente", afirmó.

Y, en cualquier caso, observó que a lo largo de la historia, todas las personas que han expresado su opinión sobre el estado de la educación siempre lo han hecho de forma negativa, viendo más positiva cómo estaba antes.

Intelectuales y política

Cabrera participa esta semana en el encuentro 'Los intelectuales y la política. Cincuentenario de Gregorio Marañón', dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

En este curso se han analizado las figuras de intelectuales como Gregorio Marañón o Fernández de Ayala y José Ortega, según explicó el catedrático de Historia Contemporánea Juan Pablo Fussi.

La ex ministra de Educación afirmó que en esa época los intelectuales "ocuparon" un espacio en la esfera pública que "estaba vacío". En la actualidad, expuso, hay una forma "distinta" de tener esa presencia, causada, entre otros factores, porque el funcionamiento de los medios de información y de la forma de generar la opinión también son diferentes.

Esto en parte ha provocado que los intelectuales en sentido clásico hayan sido "desplazados" y estén en parte "descolocados", admitió Cabrera.

A esto, el catedrático Juan Pablo Fussi precisó que en la actualidad hay mayor número de profesores universitarios y científicos, que se dirigen directamente a un público más amplio que en la época de Gregorio Marañón u Ortega, por lo que los intelectuales tienen un papel "más discreto" en lo público pero "nada desdeñable".