Madre del acusado de matar a su padre en Año Nuevo dice que éste "se jugó la vida por defenderla"

La madre del joven acusado de matar a su padre en la madrugada del 1 de enero de 2008 en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) afirmó hoy que "su hijo se jugó la vida por defenderla" en la noche de los hechos, ya que si no llega a ser por la actuación de su hijo "nos hubiera matado a todos".

La madre del joven acusado de matar a su padre en la madrugada del 1 de enero de 2008 en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) afirmó hoy que "su hijo se jugó la vida por defenderla" en la noche de los hechos, ya que si no llega a ser por la actuación de su hijo "nos hubiera matado a todos".

Así lo declaró en la mañana de este martes en la segunda jornada del juicio con jurado popular que se está llevando a cabo en la Audiencia Provincial de la capital hispalense, y en la que también prestaron declaración una de las hermanas del encartado y su propia novia.

La madre del procesado confirmó que su marido no quiso cenar con su familia esa Nochevieja, y que durante la madrugada se levantó y se fue al jardín de la casa, donde "disparó muchos tiros", al asegurar que los vecinos lo habían despertado con el lanzamiento de petardos y que se iba a "vengar" de ellos. Su esposa le rogó entonces que "no hiciera eso" porque, en ese caso, iba a acudir la Policía a su casa, "ya que los disparos se distinguían de los petardos".

Según la versión de la madre del acusado, a lo largo de la noche, y en un momento en que su marido "parecía más tranquilo", éste la apuntó con dos escopetas y la siguió hasta el salón, donde prosiguió con esa actitud, una escena que contempló su hijo.

La madre del imputado declaró que no era la primera vez que su marido protagonizaba un episodio de agresividad contra ella, ya que "en víspera de Navidad", su marido "la apuntó con una navaja" y le dijo que "iba a matarla a ella y a todos".

"fuera de sí"

En su declaración también dijo que, en las semanas previas al suceso de Año Nuevo, su marido "no dormía por las noches" y "estaba totalmente fuera de sí", algo que pudo comprobar el psiquiatra que lo atendía, quien, en una revisión que le realizó en noviembre de 2007, afirmó que la enfermedad de su paciente, psicosis bipolar, "se había agravado".

Además, aclaró que fue el médico quien, a finales de junio de 2007, le pidió que redujera la dosis de la medicación que ingería y que sólo se tomara media pastilla, y que a partir de julio de ese año suspendiera esa dosis.

La misma testigo ratificó la afición de su marido por las armas, y afirmó que éste "hacía alarde de ellas a todo el mundo". También aseguró que la familia del fallecido "no podía hacer nada" contra esta afición de su marido, ya que las armas que poseía "estaban todas legalizadas". También aclaró que su esposo "llevaba siempre dos navajas en el bolsillo y las sacaba por cualquier cosa".

La madre del acusado quiso acabar su declaración lamentando que en el juicio sólo se esté tratando "la parte mala de su marido", con el que "compartía su vida" desde que ella tenía 13 años, edad en la que iniciaron el noviazgo. También definió a su esposo como "una buena persona y un buen padre", así como una persona "muy fuerte y tremendamente obstinada". También recalcó que su casa "no fue siempre un infierno".

Respecto a la relación que el acusado mantenía con su padre, la madre comentó que ambos "compartían muchas cosas", y que, "de sus hijos, éste era el que más entendía la enfermedad de su padre".

"complexión fuerte"

La segunda persona en prestar declaración en la mañana de este martes fue una hermana del acusado, quien confirmó que ella había sido "la primera en irse a descansar" en la noche en que sucedieron los hechos.

En esas horas salió varias veces de su dormitorio, la primera de ellas cuando su padre realizó varios disparos en el jardín. Posteriormente, volvió a salir de su cuarto y se encontró la casa "llena de sangre", sin que pudiera precisar "de quién era ésta", y vio "a su padre de rodillas y, a su hermano, agachado intentando inmovilizarlo". En ese momento no vio armas. Según su versión, su hermano le pidió entonces que se metiera en su habitación y que se llevara a su madre con ella, como así hizo.

Ya en el cuarto, telefoneó al 112 y a un familiar suyo. Más tarde, volvió a salir y se encontró con su padre "tirado en el suelo", sin verle heridas, y a su hermano a su lado preguntándose por qué su padre "había hecho eso". La hermana del acusado concluyó su declaración afirmando que su padre "tenía una complexión fuerte" y que "hacía ostentación de sus armas".

El acusado,

"un trozo de pan"

Tras la declaración de la hermana del imputado le tocó el turno a la novia de éste, que también se encontraba en la casa donde se produjo el homicidio la Nochevieja de 2007. En su testimonio, confirmó que, después de disparar en el jardín molesto por los ruidos que provocaba el lanzamiento de petardos por parte de los vecinos, el padre de su novio se dirigió a ella y le aseguró que "no quería echarla", pero le pidió "que se fuera porque no quería hacerle daño".

Ante esas palabras, el acusado tomó la decisión de abandonar en ese momento su casa con su novia, pero ésta rechazó el plan al considerar que "no podían dejar sola a la familia en ese momento".

Posteriormente, dijo que se retiró a su habitación, donde estuvo durmiendo las horas siguientes, por lo que "no pudo ver nada" de lo que sucedió. Comenzó a enterarse de lo ocurrido cuando la hermana de su novio, acompañada de un agente de la Policía, entró en su dormitorio y la despertó. Al salir del cuarto, vio a su novio "con heridas en la mano", pero no sabía qué había pasado en esas horas en las que estuvo dormida.

En su declaración definió a su novio, el acusado, como "un trozo de pan", descartó que fuera una persona violenta y lo calificó como "muy dialogante". En cambio, aseguró que al padre del imputado "no podía recordarlo como una persona maravillosa". Concluyó la declaración afirmando, como la madre del acusado, que "nunca" tuvo dudas de que su novio "actuó siempre para defender a su familia".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento