Una mala reacción causó la explosión de Boecillo en segundos

«Aquello se calentó y cambió de color», describe la empresa. Observaron que fallaba, pero no tuvieron tiempo para salir.
El laboratorio de la empresa Ragactives que explotó ayer en el Parque Tecnológico de Boecillo –lo que dejó cinco heridos, dos de ellos de gravedad– probaba desde hace seis meses una nueva reacción química. Hasta la semana pasada habían controlado el proceso con pequeñas cantidades.

Esta semana decidieron «escalar», es decir, calcular los efectos con más cantidad en la misma proporción. Pasaron de 250 gramos a un kilo. «Hasta ahora había funcionado», asegura Gerardo Gutiérrez, uno de los socios de Ragactives. «En cuestión de segundos sufrió un calentamiento súbito, se dieron cuenta de que cambió de color y se descontroló», confirma el responsable, quien añade: «Todavía no tenemos explicación científica de lo sucedido».

Cuatro de los heridos se hallaban en el laboratorio, y el quinto trabajaba en el de al lado. Intentaron salir de allí, pero no les dio tiempo.

La explosión no afectó al resto del edificio, donde se continuará la actividad. Sin embargo, la reconstrucción del laboratorio puede suponer un coste de hasta un millón de euros para reanudar la actividad en dos meses.

La polémica

El suceso provocó ayer un debate político. El PSOE asegura que «se ha generado una enorme preocupación en las empresas del parque» y cuestionó la idoneidad de su ubicación. El consejero de Economía afirmó que Ragactives superó los requisitos de seguridad para aprobar su implantación en Boecillo. Y la empresa defendió su actividad investigadora con 15 patentes en el mundo.

Falsas alarmas

Guardia Civil, bomberos y vehículos sanitarios se desplazaron anteayer hasta el Parque Tecnológico de Boecillo, ante  una posible intoxicación de varios trabajadores de la empresa Ono. Comenzaron a sentirse indispuestos y pensaron que podía ser debido al humo que surgió de la explosión. Las mediciones, de varios tipos, no encontraron problemas.

Los heridos

A. L. B.: 45 años. Muy grave, en Getafe. Quemaduras en el 15% del cuerpo e intubado.

J. V. M.: 31 años. Grave, en Getafe. Quemaduras en el 30% del cuerpo y ventilación mecánica.

M. A. M.: 28 años. Estable. Quemaduras en la cara y heridas en una pierna.

F. R. C.: 29 años. En observación. Quemaduras de primer grado.

L. A. B.: 56 años. Quemaduras de segundo grado y lesiones leves.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento