«Nosotros venimos integrados». Por eso, aunque en Casablanca nunca se comió las uvas a la velocidad de las últimas campanadas del año, aquí sí lo hace. Y aunque a Ahmed Santa Claus le recuerda las Navidades de Marruecos, no es él quien trae regalos para sus críos.

«Ellos van a un colegio murciano. No les puedo decir que los Reyes Magos pasan de largo por esta casa».

«Soy medio murcianico»

Ahmed Er Kard tiene 45 años y lleva 14 viviendo en el Barrio del Carmen, donde ha montado su Restaurante Alhambra. En Nochebuena está claro que no celebra el nacimiento de Cristo, pero sí prepara una cena con los doce miembros de su familia. Para festejar la Nochevieja pondrá en su mesa cordero asado y ensalada con pipas. También, dulces que le recuerdan a su Casablanca natal y polvorones de Murcia. Aunque en Marruecos no se comen las uvas, él sí tomará doce con doce deseos: salud, que no falte.

Menú mestizo

Adriana Almache

Ecuador, 25 años, casada y sin hijos.

Adriana celebrará la Navidad en casa con sus padres y su marido, pero aunque esté con los suyos, serán unas Navidades diferentes. No ha puesto árbol, ni luces ni belén. Confiesa que está triste porque no podrá ver a sus abuelitos. Estará más cerca de Ecuador gracias a la comida. Cenará encebollado y shaulapa (guiso de arroz con marisco, pollo y salsa).

Yaohui

China, 18 años, soltero.

Aunque tiene a toda su familia aquí, este joven de Shanghai preferiría estar en Navidad en su país. Asegura que las fiestas allí son mucho más divertidas. «Hay fuegos artificiales y música a todas horas». Celebra dos Navidades: las occidentales y el año nuevo chino, que este año cae el 27 de enero. Cenará marisco con 50 familiares en su restaurante chino.

Mauren Ali Robert

Nigeria, 26 años, soltera.

Ternera rehogada con tomates, cebolla y aceite. Todo ello aderezado con un poquito de picante africano parecido a la guindilla. Es el plato estrella de Mauren, una nigeriana que pasará las Navidades en Murcia añorando a sus padres, que se han quedado en su país. Recuerdos, demasiados, pero piensa divertirse igual que si estuviera a miles de kilómetros.