Las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en el Palacio de Vallvert de Valencia, sede del futuro Museo de la Indumentaria, han sacado a la luz un almudín de unos 12 metros de altura, el único hallado en la ciudad junto al que actualmente está reconvertido en sala museística municipal. Asimismo, se ha localizado un alfarje medieval —un techo de madera horizontal y entrelazada que en muchos casos se labra y se pinta adicionalmente— y que constituye un hallazgo exclusivo en la capital.

Así lo ha anunciado hoy la directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, durante una visita a la actuación que se está llevando a cabo en este inmueble situado en la calle del Mar. En el recorrido también estuvieron presentes el arquitecto Vicente Guallart y la arqueóloga Paloma Berrocal, que han explicado los detalles del descubrimiento.

Así, se ha dado a conocer que durante los trabajos previos a la restauración del inmueble se ha detectado que el edificio, que parecía ser de finales del XIX o principios del XX, está apoyado en una antigua lonja o almudín medieval para almacenar el grano con arcos apuntados que se aprecian en dos salas y que, aunque actualmente están mutilados, ahora serán reconstruidos.

Los expertos han visto, incluso, un documento que constata la venta al Consistorio de este almacén en el siglo XVI por parte del Gremio de Sombreros, un colectivo de importancia en la época. Una vez redescubierto, este espacio se va a transformar en una sala de un "enorme valor histórico", ha recalcado Paz Olmos.

El almudín fue ocultado posteriormente por las sucesivas obras que se realizaron en el edificio y que también han escondido durante todo este tiempo un pozo del siglo XV.

Estos mismos espacios tienen un forjado con policromías medievales, posiblemente del siglo XIV. Este hallazgo "reviste una especial importancia patrimonial, puesto que, además de su antigüedad, se da la circunstancia de que sería el único ejemplo de alfarje medieval encontrado en la ciudad de Valencia", ha subrayado la directora general, que también ha informado de la aparición de elementos patrimoniales decorados de otros siglos, como unas vigas del XVIII.

De este modo, el Palacio ofrecerá a sus visitantes "todas las lecturas históricas" en un itinerario por el pasado que arrancará en la época medieval, continuará con la valiosa cocina del XVIII y cuyas piezas fueron trasladadas al Museo San Pío tras un intento de expolio, y las estancias del barón de Vallvert, del XIX, y culminará en la centuria actual. "Toda una maravilla para la ciudad", ha comentado Olmos.

Debido a todas estas novedades, los trabajos de restauración van a durar al menos un año más de lo previsto, ya que se esperaba finalizarlos en otoño de este año, y se prolongarán hasta el primer semestre de 2011, ha avanzado la representante de la Conselleria de Cultura.

Del mismo modo, ha declarado que los "magníficos elementos arquitectónicos aparecidos exigen una nueva redacción del proyecto arquitectónico, adaptando la finalidad inicial como museo de indumentaria, a los elementos hallados, es decir un inmueble de gran interés histórico y arquitectónico". FUNDACIÓN

La fundación Barón de Vallvert está constituida por la Conselleria de Cultura, por los descendientes del Barón de Vallvert y por la Fundación Vives per l'Humanisme i la Solidaritat.

La voluntad del difunto barón fue constituir, en su palacio ubicado en la calle del mar de Valencia, un museo de indumentaria, aprovechando no sólo el magnífico inmueble sino también, y de manera especial, la famosa cocina de cerámica del siglo XVIII que se encuentra en las dependencias del edificio.