El presidente de la Diputación de Córdoba, Francisco Pulido, ha destacado este miércoles la importancia de la colaboración entre diferentes instituciones, entre ellas la propia Diputación, para hacer posible la rehabilitación del Castillo de Iznájar (Córdoba).

Así, durante el acto inaugural de dicha intervención, Pulido recordó que ésta se logró gracias a la colaboración entre el Ministerio de Fomento, a través del uno por ciento cultural; la Diputación de Córdoba y el Ayuntamiento de Iznájar, con un presupuesto total de 824.528,44 euros, de los que la institución provincial ha aportado 243.085,99 euros.

En relación con esta infraestructura, el presidente de la Diputación insistió en que "es un ejemplo de colaboración interinstitucional, un modelo que enriquece los procesos, las actuaciones y, en definitiva, los proyectos de nuestros municipios".

Para Pulido, "la intervención en el Castillo de Iznájar supone, además de ofrecer una infraestructura demandada por los vecinos de la localidad, un punto de reclamo turístico desde el punto de vista cultural". De hecho, según argumentó, "el turismo cultural puede cumplir un papel importante en la revalorización, afirmación y recuperación de los elementos culturales que caracterizan e identifican a nuestros municipios".

El Castillo de Iznájar ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la cual ha llevado a cabo dos intervenciones arqueológicas, estando pendiente, además, la redacción de un proyecto de musealización de las instalaciones.

Desde su adquisición por el Consistorio iznajeño en 1991 a los herederos de los condes de Revilla, se han realizado varias actuaciones de limpieza y desescombro, hasta que finalmente se procedió a la redacción del proyecto de intervención, financiada por el uno por ciento cultural del Ministerio de Fomento (424.642,25 euros), la Diputación de Córdoba y el propio Ayuntamiento (104.056,05 euros).

En cuanto a su historia, se desconoce a ciencia cierta la fecha de construcción del Castillo de Iznájar, existiendo sobre este hecho diversas hipótesis. Así, según un manuscrito de finales del siglo XVIII fue construido por los árabes en el año 726. No obstante, para el cronista oficial de la Villa de Iznájar, Ángel Aroca, su construcción comenzó hacia el año 742, cuando una división de árabes del Jordán recibió como territorio de asentamiento la cora de Rayya.