Los trabajadores de la planta de Chupa Chups de Villamayor, Piloña, llevaron este miércoles su conflicto laboral hasta el aeropuerto de Asturias. Allí, desde primera hora de la mañana repartieron panfletos en los que informan de la decisión de la dirección de cerrar la planta asturiana y la de la "ausencia de argumentos para ello".

El objetivo no es otro que lograr que sean cada vez más los ciudadanos, de Asturias y de fuera de la región, que conozcan el conflicto laboral y les de su apoyo. Máxime después de que ayer la dirección pusiese sobre la mesa el Expediente de Regulación de Empleo que afecta a toda la plantilla que supone el cierre irreversible de la fábrica ubicada en Asturias.

Ahora los sindicatos y trabajadores "tomarán otras medidas de presión diferentes a las adoptadas con anterioridad". Así lo indicó a Europa Press el presidente del comité de empresa, Ovidio Solares, que insistió en que "van a seguir luchando para impedir el cierre de la factoría y se lo van a poner muy difícil a la dirección".

Mañana el comité celebrará una reunión en la que se establecerá el calendario de movilizaciones y las acciones de protesta a llevar a cabo. Y es que los trabajadores siguen insistiendo en la falta de argumentos por parte de la dirección que justifiquen el cierre de una planta que a día de hoy es competitiva.