Celestino Corbacho entrega la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo al extremeño Antonio Bejarano

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hizo entrega este martes de la medalla de oro al Mérito en el Trabajo al extremeño Antonio Bejarano Cordero, un hombre que trabaja desde los seis años y que ha dedicado gran parte de su vida a la hostelería.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hizo entrega este martes de la medalla de oro al Mérito en el Trabajo al extremeño Antonio Bejarano Cordero, un hombre que trabaja desde los seis años y que ha dedicado gran parte de su vida a la hostelería.

En el acto, celebrado en el Ministerio de Trabajo, y al que asistió delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, se hizo entrega de varios galardones a otras personalidades de la sociedad española.

Antonio Bejarano Cordero, más conocido como el abuelo Antonio, nació en Arroyo de la Luz (Cáceres), el 16 de julio de 1920, hijo de Manuel -jornalero del campo- y de Visitación.

Antonio dejó la escuela al quedar huérfano, a los seis años de edad, y fue acogido por Teodomiro Carrasco y Antonio Chávez para trabajar en la panadería que ambos regentaban, informó la Delegación del Gobierno en nota de prensa.

La Guerra Civil le sorprendió con quince años y con ideas progresistas, ya que por aquel entonces pertenecía a Juventudes socialistas. A los 18 años se alistó a las Milicias con el único propósito de salvar la vida, y es encuadrado en la 2ª Bandera de Burgos de la 74 División. Totalizó el tiempo de servicio activo durante cinco años, seis meses y veinte días sin constar una nota desfavorable en su expediente.

Tras la guerra regresó a su pueblo y volvió a trabajar como panadero. Pronto conoció el amor y se casó con María de la Gloria Moreno con quién tendría dos hijos. En 1947 marchó a Cáceres donde entró a trabajar en la tahona "La Rumualda", labor que compaginó con las labores de hostelería en el Figón de Eustaquio, así como en la Cafetería Toledo y en otros negocios del ramo.

En 1955, fallecida su mujer, Antonio Bejarano se casó en segundas nupcias con Isabel Pavón con la que tendría siete hijos. Para sacar adelante a la familia dedicó toda su atención al Figón, que por aquellos años comenzaba a despuntar como famoso restaurante.

Ya en la democracia, 1981, sufrió un infarto del que se recuperó parcialmente. Pero a los 63 años fue jubilado por enfermedad y al año siguiente quedó viudo por segunda vez.

Es en este momento cuando se volcó en la Federación de jubilados de la UGT, sentimientos que no habían desaparecido durante toda su vida. Este compromiso le llevará a ser nombrado en 1984 secretario general de la Federación de Jubilados de Cáceres y más adelante miembro del Consejo Sectorial del Mayor del Instituto Municipal de Asuntos Sociales.

Antonio Bejarano, que ahora cuenta con 89 años de edad, "sigue conservado un afán por defender los derechos de los trabajadores y comprometido con su ciudad", indicó la Delegación del Gobierno.

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