El abogado Alejandro Feliu, y otros tres acusados, Thomas Edward Brodie, Cole Alan Edward y Neil Spencil Chapman, serán juzgados el próximo viernes dentro de una pieza separada del caso Relámpago (la K), por presuntamente concertarse para defraudar a la Hacienda pública al omitir el pago de los impuestos derivados del contrato de cesión onerosa de un amarre en Puerto Portals a principios del año 2006.

La vista tendrá lugar después de que el pasado 15 de junio se suspendiera a raíz del ingreso hospitalario de Feliu por un cólico nefrítico, por lo que tuvo que ser aplazada. En concreto, la Fiscalía solicita cinco años y diez meses de prisión para Feliu por los delitos de defraudación del IVA y del impuesto de sociedades, al igual que pedía para Brodie, quien presentó un escrito para confesar los hechos, por lo que verá rebajada la petición por conformidad con el Ministerio Fiscal.

En el caso de otros dos de los encausados, la acusación pública reclama dos años y diez meses de cárcel como cooperadores necesarios de las mismas infracciones penales. Mientras tanto, pide que los acusados respondan al pago de las cuotas defraudadas de los impuestos.

En su escrito de calificación, al que tuvo acceso Europa Press, el Ministerio Público señala que los cuatro inculpados urdieron una trama con la que consiguieron ocultar el verdadero precio del contrato del amarre, evitar el pago de IVA e impuesto de sociedades, y que estos hechos no fueran conocidos por la Agencia Tributaria.

Y es que, relata la Fiscalía, aunque la transmisión del amarre por parte de la sociedad española Key Frames Limited se realizó por 1.550.000 libras esterlinas, los acusados hicieron figurar como precio 1.050.000 euros, de modo que se omitió el pago de 194.824 euros de IVA (el 16 por ciento de los 1,2 millones ocultados- así como de 376.806 por el impuesto de sociedades de ese año al omitir más de un millón de euros de su ganancia patrimonial en este tributo.

La Fiscalía apunta a Brodie, asistido por el letrado Llorenç Salvà, como autor material de los hechos, al decidir, como propietario único de la sociedad que vendió el amarre, la transmisión de éste y el precio de la misma, y recibir además la totalidad del precio. Mientras tanto, Feliu colaboró con él para que el empresario defraudara a la Hacienda pública y posibilitó que Key Frames Limited omitiera el pago correcto en el impuesto de sociedades.

De este modo, el abogado, defendido por Juan Luis Matas, utilizó las cuentas corrientes que controlaba y supervisó y ultimó la totalidad de los detalles del contrato, cobrando por sus gestiones 22.867 euros, cerca de un 1 por ciento verdadero precio pagado (2.267.650 euros). Por su parte, los millonarios ingleses Cole Alan Edward y Neil Spencer Chapman figuran como las personas que colaboraron con los anteriores dos acusados en la ocultación y omisión de las obligaciones tributarias.