El Príncipe trasladó hoy el "cariño y solidaridad" de la Familia Real a las familias de las 13 personas que murieron arrolladas por un tren en la estación de Castelldefels Platja cuando cruzaron la vía para dirigirse a la verbena de Sant Joan en la playa de esta localidad barcelonesa.

Don Felipe quiso que sus primeras palabras al recoger una distinción de la escuela de negocios Wharton, adscrita a la Universidad de Pensilvania, en un acto celebrado en un hotel de Madrid, fueran para expresar el "profundo pesar" y "tristeza" de la Familia Real por este suceso.

"Todos compartimos el dolor de sus familias, a las que queremos transmitir nuestro cariño y solidaridad en estos momentos tan difíciles", dijo el Heredero de la Corona, que deseó a los 14 heridos, "algunos en estado crítico", que "se recuperen bien y lo antes posible".

El Rey canceló ayer la celebración de su onomástica con las altas magistraturas del Estado, en señal de duelo por la tragedia. Además, en la tradicional misa privada que se ofició esta mañana en la capilla del Palacio de la Zarzuela, y a la que asistieron los Reyes, acompañados por los Príncipes y la Infanta Elena, se pidió por el alma de las víctimas del siniestro.