La festividad de la Noche de San Juan, con sus tradicionales hogueras, dio cita en esta madrugada a una multitud de personas que se concentraron en las playas del litoral onubense, entre las que destacan las de Punta Umbría, Ayamonte o la celebración en la aldea almonteña de El Rocío. En todas ellas la fiesta transcurrió con normalidad.

Al respecto, fuentes del Servicio Coordinado de Emergencias del 112 en Andalucía informaron que la noche fue "tranquila" y no hubo que lamentar sucesos de especial relevancia.

Así, el alcalde de Punta Umbría, Gonzalo Rodríguez Nevado (PSOE), destacó hoy el "éxito rotundo" del Plan de Seguridad y Limpieza activado por el Ayuntamiento costero para que se cumpliera la Ordenanza de Aprovechamiento y Uso de las Playas del Término Municipal que, en su artículo 20, "prohíbe la realización de fogatas, exceptuando las autorizadas por el Consistorio".

Del mismo modo, el subinspector jefe de la Policía Local, Antonio Garrido, indicó que el cumplimiento de la norma fue "del 99 por ciento", de forma que tan sólo se puso una sanción en la zona de La Bota.

Con una valoración aproximada de asistencia a la fiesta de 50.000 personas, atendiendo a los datos de la Policía Local, Rodríguez Nevado felicitó sobra todo a los jóvenes "por el buen comportamiento que demostraron en todo momento, entendiendo que la diversión era compatible con el respeto".

Dado el buen trabajo realizado por los más de 100 efectivos que anoche formaron parte del Plan, el primer edil de Punta Umbría quiso agradecer "la magnífica labor que han llevado a cabo, gracias a la que hemos logrado cumplir los objetivos".

De hecho, Garrido subrayó que hubo "una coordinación perfecta entre los cuerpos implicados", que sirvió de prueba para el inicio del Plan Local de Seguridad "que se aprobará en breve, en el que se mejora la gestión conjunta de Policía Local y Guardia Civil en beneficio del ciudadano".

Además, en el apartado de limpieza "el resultado fue extraordinario", a juicio de Gonzalo Rodríguez Nevado, y en el respeto al mobiliario urbano, "no hubo ningún camino de playa u otro material afectado", en contraste con el pasado año, en el que los daños en este sentido se elevaron a 150.000 euros.

Cabe recordar que para el buen funcionamiento del festejo, el Ayuntamiento dispuso siete grandes hogueras controladas en las zonas de Calypso, Terramar-Oliver, Altair, Tiburón, Puntamar, La Bota y el chiringuito Los Negritos de El Portil. El resto de fuegos estaban terminantemente prohibidos y fueron retirados.

El plan se activó este miércoles a las 15,00 horas, y en él han trabajado de forma conjunta los cuerpos de Policía Local, Guardia Civil —del puesto de la localidad y del equipo especial de seguridad ciudadana Useci—, Vigilantes Municipales, Protección Civil y Policía Autonómica. Además, se sumó al servicio un camión de bomberos del consorcio provincial.

Tranquilidad en el rocío

No obstante, Punta Umbría no fue la única localidad de la provincia que celebrara la festividad de San Juan. En Almonte, en concreto en la aldea de El Rocío, unas 200 personas se dieron cita en la Plaza de Doñana para proceder a la tradicional quema de muñecos, fabricados por los propios vecinos.

En declaraciones a Europa Press la primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Almonte y concejal de la aldea, Rocío Rodríguez (PSOE), indicó que la festividad transcurrió "de forma tranquila y sin incidentes". Esta celebración, promovida por la Asociación de Mujeres de El Rocío y por el AMPA del colegio Doñana, "se está consolidando desde su puesta en marcha hace más de cinco años".

Se trata por tanto de "una iniciativa vecinal, pero apoyada por el Ayuntamiento". Durante la jornada hubo un castillo hinchable para los más pequeños y una tómbola, cuyos fondos se destinarán al centro escolar.

Así aconteció una de las fiestas más tradicionales del verano, la de la Noche de San Juan y sus populares hogueras, que comenzaron a arder a partir de medianoche, en medio de especiales dispositivos de seguridad y con refuerzos en los efectivos de limpieza, que, tras la fiesta, devuelven los arenales a su estado habitual.