Según informó la Policía Nacional en un comunicado de prensa, el detenido es el propietario de una empresa de panadería situada en un pueblo de la provincia de Sevilla. En el establecimiento trabajaban al menos cuatro personas extranjeras, de distintas nacionalidades, sin contrato de trabajo y sin reunir los requisitos laborales mínimos.

Según manifestaciones de los trabajadores extranjeros, cobraban mucho menos que los españoles, pero tenían que trabajar desde las 18,00 hasta las 6,00 horas, descansando tan sólo los domingos.

La investigación se inició a primeros del presente mes de junio y, tras una "ardua" investigación, se pudo determinar que en la empresa trabajaban personas extranjeras que no tenían autorización para residir en España y tampoco para trabajar, por lo que, en colaboración con la Inspección de trabajo, se realizó un control en las instalaciones.

El resultado fue la detención del propietario de la empresa por un delito contra los derechos de los trabajadores, y también resultaron detenidas cuatro personas de distintas nacionalidades por estancia irregular en España.