El director de Fabricaciones del Grupo Renault, el vallisoletano José Vicente de los Mozos, apuntó hoy que las factorías de la multinacional del rombo en Valladolid y Palencia pueden ser "líderes" del Grupo si avanzan en la "competitividad" y en lograr unas condiciones "óptimas" de fabricación, al tiempo que abogó por "no llorar" por la "época difícil" vivida con el Modus.

De los Mozos ofreció hoy en Valladolid un desayuno de trabajo en el que insistió que actualmente las fábricas de Valladolid y Palencia se sitúan en una posición "media alta" dentro del conjunto de factorías del Grupo Renault —un total de 18— por lo que consideró vital "no dormirse" tras la puesta en marcha del plan industrial en Valladolid, una acción que se ha convertido en "modelo" del Grupo por el consenso alcanzado entre empresa, sindicatos, Junta y Gobierno central que "han hecho los deberes".

"Tienen un alto nivel de competitividad y están consolidadas dentro del Grupo Renault", señaló, tras lo que manifestó su "orgullo" por el trabajo realizado por la multinacional francesa desde la Comunidad durante los últimos 50 años.

En este sentido incidió en que las fábricas españolas tienen un camino "claro" para ser líderes mundiales del Grupo Renault, al tiempo que se preguntó "qué fábrica española tiene dos nuevos modelos asignados", en referencia a la de Carrocería y Montaje de Valladolid que fabricará el Twizy en 2011 y otro convencional en 2013, y al Megane de Palencia.

De los Mozos reiteró que la apuesta más clara de Renault por el complejo industrial de Valladolid se basa en la fabricación del coche eléctrico el próximo año, aunque, como señaló, su penetración en el mercado dependerá de las ayudas gubernamentales a agentes no contaminantes así como de la instalación de puntos de carga.

El director de Fabricaciones del Grupo Renault señaló que se prevé una penetración mundial del coche eléctrico del 10 por ciento, lo que supone una media de seis millones de vehículos para un segmento de población que demanda un automóvil que se sitúe entre la moto y el vehículo convencional.

La factoría de tánger.

La puesta en marcha de una factoría en Tánger "no es una amenaza" para Castilla y León, aseguró De los Mozos, quien explicó que en esta fábrica no se elaborarán vehículos del segmento de los implantados en Valladolid o Palencia y, sin embargo, apuntó en que su puesta en marcha puede ser una "oportunidad" para traer piezas de países a bajo coste y abaratar así el producto final.

De este modo abogó por abrir nuevos mercados en Tánger, ya que, como avanzó, la implantación en Marruecos abrirá más oportunidades de futuro.

En este sentido y con el objetivo de abaratar costes apuntó, además de conseguir piezas "a bajo coste", a la necesidad de realizar "compras conjuntas". "Es importante trabajar de forma transversal para optimizar costes globales".

Para De los Mozos es vital a la hora de avanzar en competitividad apostar por la calidad, ser competitivos en el coste, reducir el plazo de entrega de los vehículos y apostar por los recursos humanos, ya que, a su juicio, "hay que escuchar al trabajador, es muy importante conocer al operario y motivarle".

En cuanto a uno de los posibles defectos del Grupo Renault apuntó a las dificultades de los "mandos" españoles para salir fuera. "Les cuesta mucho salir", incidió, un punto que consideró de máxima importancia para dar a conocer la importancia de la factorías españolas en la multinacional "es importante que España esté ahí".

Ayudas gubernamentales.

Finalmente, el director de Fabricaciones señaló que las ayudas gubernamentales tendrán un papel importante de cara al futuro del sector del automóvil. "Es importante no sólo ayudar sino cumplir con las ayudas prometidas", manifestó.

De los Mozos habló de mercados, un punto en el que España no es tan importante en el conjunto de la industria automovilística, a pesar de que el sector es básico en el país, ya que genera en torno al 5 por ciento del PIB.

El director de Fabricaciones se refirió por último a la penetración de los fabricantes chinos en el sector, aunque consideró que no será una amenaza para las fábricas de Europa Occidental, ya que en este espacio se realizan coche "a la carta" y, además, "el cliente no esperará cuatro meses" para tener su vehículo.