La mesa ofrecerá la oportunidad de conocer experiencias reales de desarrollo empresarial en este sector en Cantabria, así como a la asociación que agrupa y vela por los intereses de estos productores.

Los ponentes son Ildefonso Martínez Conde, presidente de la Asociación de Productores de Frutos del Bosque de Cantabria; Pascal Roca, director de Prímula-Alimentación, S.L. Fabricante de productos artesanales; y María Jesús Olmos de Prada, productora de pequeños frutos y directora de los apartamentos rurales Sendero del Agua.

Este encuentro forma parte de un ciclo centrado en la economía de la producción agraria en Cantabria y orientado al Valle del Nansa y Peñarrubia, el espacio en el que la Fundación Botín desarrolla el Programa 'Patrimonio y Territorio'.

A lo largo de este año y 2011 se organizarán otras jornadas sobre la economía de la producción agraria de pequeños frutos, elaboración se sidra, frutales de mesa, quesos y productos lácteos, producción de vino, productos hortofrutícolas, carne de vacuno, etc.

La Asociación de Productores de Pequeños Frutos de Cantabria se creó en 2007 con el objetivo de agrupar los intereses de los productores en Cantabria para la compra de maquinaria y productos, así como para la comercialización de la producción de una manera conjunta. En la actualidad tiene 30 socios que reúnen 40 hectáreas de producción. La asociación apoya a nuevos productores mediante el asesoramiento técnico y de gestión de la producción.

La empresa Prímula-Alimentación S.L., situada en Selaya, se fundó en 2008 por Pascal Roca y Patricia Griego. Elabora productos tradicionales (mermeladas, dulces de leche, bizcochos) y novedosos como patés vegetales, chutneys (condimentos agridulces), pastas de frutas, mostazas de frutas o conservas de verdura. Todos los productos se realizan artesanalmente con ingredientes naturales de primera calidad, la mayor parte originarios de Cantabria.

La empresa Sendero del Agua, situada en San Vicente del Monte, creada por María Jesús Olmos de Prada, licenciada en Filosofía y Letras, es un ejemplo de diversificación económica en el medio rural, pues además de la producción de arándanos y manzanos, combina el agroturismo como actividad principal.

Ha sido seleccionada por el Centro de Investigación y Formación Agrarias de la Consejería de Desarrollo Rural como finca colaboradora y ofrece la posibilidad a sus alojados de colaborar en diversas actividades agrícolas relacionadas con la plantación y recogida de la producción de arándanos y manzanos.