En la vivienda de la fallecida son perceptibles las huellas de la riada que asoló este domicilio, así como el de sus vecinos, que esta mañana tenían desperdigados por la calle muebles, electrodomésticos y otros enseres afectados por el agua mientras intentaban recuperar sus hogares.

El agua alcanzó más de un metro y en algunos casos más de metro y medio de altura. Llegó "como una ola" y con una gran fuerza procedente del desbordamiento de un pequeño riachuelo cercano a estas viviendas, provocando momentos de angustia.

Ester García, vecina de la casa de enfrente de la víctima mortal, relató, mientras limpiaba a la puerta de su casa un álbum de fotos, cómo la fuerza del agua fue creciendo hasta convertirse primero en "una tromba y después en una ola".

En declaraciones a Europa Press Televisión, explicó que no les dio tiempo a sentir miedo, aunque sí sintió "angustia" ante lo que vio, en su caso una mujer "subida" a la reja de su ventana, otra persona "pidiendo auxilio" o gritando.

Reaccionaron colocando primero toallas y después sacos de cemento para impedir la entrada del agua, e intentaron salvar los coches que estaban siendo empujados por la fuerza del agua. Ahora sólo les queda limpiar mientras esperan "la llegada del perito" para evaluar los daños.

Por su parte, Mercedes García, también vecina del lugar y afectada por la riada, señaló que "una tromba de agua" casi se los lleva "por delante" a ella y a su marido. De hecho, el agua alcanzó en su vivienda más de metro y medio de altura estropeando todos los electrodomésticos de la casa.

Mercedes, que ha tenido que comprar de urgencia una lavadora y una nevera, afirmó que "en los cincuenta años" que lleva viviendo en el lugar nunca había visto un desbordamiento de ese riachuelo.