Así lo dijo antes de participar en un seminario sobre el Estado del Bienestar en la casa del Pueblo, donde indicó a los periodistas que en el caso de España, pese al déficit de los últimos años, el contar anteriormente con superávit, le permite ahora que sea un país mucho más solvente que otros de la zona OCDE y apuntó que la deuda pública en términos de PIB está muy por debajo de la de otros países como Japón o EEUU e incluso la mayoría de los de la UE.

Al crédito sobre la solvencia de España, en su opinión, va a contribuir el análisis de la situación de las entidades financieras que el Banco de España va a hacer público. "Ayudará mucho a fijar esa imagen de solvencia", dijo sobre la capacidad de pagar las deudas por parte de las entidades financieras españolas. De hecho, algunos bancos españoles son los que consiguieron mejor nota en los análisis de solvencia. "Esto dará más confianza a los inversores", añadió.

El Gobierno, a su juicio, dio un paso muy importante en el seno de la UE de forzar que haya transparencia sobre el estudio de la situación de los bancos europeos, donde los españoles están bien posicionados a la hora de devolver la deuda.

Según ella, España tiene un problema de deuda pública española que es consecuencia de la privada que se ha ido acumulando en el país, ligada a la burbuja inmobiliaria y a un modelo productivo que debe ser profundamente transformado.

Sobre la visión de España desde la OCDE, indicó que ésta apoya de manera expresa las medidas adoptadas por el Gobierno y destacó especialmente las iniciativas de reforzamiento de gobierno de la UE tomadas bajo la Presidencia española para "combatir el lado oscuro de la globalización", sobre todo en lo que tiene que ver en el control de los mercados financieros de cara a garantizar los derecho de los ciudadanos, "como no caer en una crisis económica de esta gravedad".

Para la ex ministra, lo que está en crisis no es el Estado de Bienestar sino el modelo económico y el paradigma dominante hasta ahora, es decir, que el mercado, con la mínima regulación e intervención del Estado era capaz de proporcionar bienestar a un gran número de ciudadanos.

Por este motivo, explicó que hace falta un replanteamiento de la situación para mantener los grandes derechos sociales, como la sanidad, la educación o el trabajo. Según ella, no es sólo un problema de inversión, ya que en EEUU es donde más se invierte y no por ello tiene una esperanza de vida mayor.

Narbona apostó por dimensionar el Estado de Bienestar y animó a pensar en que cada euro que se invierte en la educación, puede significar para el conjunto de la economía casi un euro y medio de ganancia, según informes de la OCDE.

España tiene buenos niveles en sanidad, pero en Educación está por debajo de la media. Por ello, es necesario optimizar los recursos a través de la innovación. La ex ministra anunció que la OCDE está terminando el informe de evaluación de la aplicación del Plan Avanza en España.