El osezno encontrado por el Seprona que vivirá en Cabárceno ha alcanzado ya más de seis kilos de peso

Fue encontrado a principios del mes de junio en el interior de un turismo de alta gama que circulaba cerca de Zaragoza

El osezno, del que se incautó hace unos días el Seprona de la Guardia Civil, ha recibido cuidados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, dependiente del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, y ahora el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria) va a hacerse cargo del animal. Estos cuidados han permitido al osezno pasar de los 3,7 kilogramos de peso que tenía cuando llegó a los más de 6 kilogramos que pesa en la actualidad.

El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, acompañado por la directora general de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad, Anabel Lasheras, y técnicos y veterinarios del Centro de Recuperación y del Servicio de Biodiversidad, ha explicado los cuidados recibidos por el osezno y los trámites llevados a cabo por el Departamento de Medio Ambiente para buscar el destino más apropiado para el animal.

La Guardia Civil encontró a principios del mes de junio una cría de oso de cuatro meses, al parecer procedente de Centroeuropa, en el interior de un turismo de alta gama que circulaba por la A-2, cerca de Zaragoza, y en el que viajaban dos ciudadanos rumanos que no pudieron acreditar el origen y la tenencia legal del animal. La Benemérita instruyó una denuncia por una presunta infracción a la Ley 12/1995 de Contrabando.

Los técnicos han indicado que debido a la fácil impronta de los oseznos con el hombre cuando están en cautividad en sus primeros meses de vida y a su capacidad para habituarse a los cuidados humanos en estas primeras fases de su desarrollo, hace prácticamente inviable que estos animales puedan ser reintroducidos en el medio natural.

El osezno es un macho de unos cinco o seis meses. Durante estos días, el osezno ha recibido cuidados centrados en recuperar el estado de desnutrición y deshidratación en el que llegó, en buena parte debido al estrés acumulado por su cautiverio. Además, el animal presentaba pequeñas heridas en las patas causadas probablemente por sus propias mordeduras o durante la captura, que también han sido curadas.

En este seguimiento han participado los propios veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, técnicos del Departamento de Medio Ambiente, y se ha contado con el asesoramiento de veterinarios con experiencia en el cuidado de osos y fauna salvaje y con los propios veterinarios del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, con experiencia en la cría de animales salvajes en cautividad.

El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, ha destacado el trabajo realizado por los técnicos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre "en el cuidado y seguimiento de este osezno y de cada uno de los animales que ingresan en el centro. Su trabajo es fundamental tanto para la recuperación de la fauna silvestre como para identificar los fenómenos y causas de amenazas de la fauna salvaje".

El osezno está ahora más tranquilo, y en ello han colaborado los cuidados del personal del Centro de Recuperación y una adecuada alimentación, basada fundamentalmente en comida sólida. Estos cuidados han permitido al osezno pasar de los 3,7 kilogramos de peso que tenía cuando llegó a los más de 6 kilogramos que pesa en la actualidad, más acorde con el peso que se le atribuye a un cachorro de su edad en el medio natural.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria) se encargará del osezno. El recinto, en el que pueden observarse en semilibertad especies de los cinco continentes, es la mayor reserva de osos de Europa. En la actualidad, cuenta con 70 ejemplares. Además, cuenta con programas de investigación para la reintroducción del oso pardo y tiene experiencia en la atención de oseznos.

Centro de recuperación

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca es uno de los centros de referencia a nivel nacional en el cuidado e investigación de las causas de mortandad de la fauna silvestre. Su objetivo principal es atender como hospital veterinario a ejemplares heridos o desvalidos para devolverlos posteriormente en las mejores condiciones físicas y en los hábitats más adecuados según la especie y su biología, para lo que desde su entrada se desarrolla un protocolo que incluye ficha de entrada, diagnóstico, hospitalización, rehabilitación y liberación.

Los animales ingresados vivos se someten a una rehabilitación para su posterior puesta en libertad y los cadáveres son estudiados para determinar la causa de su muerte y localizar los "puntos negros" existentes en el medio natural con el fin de establecer medidas correctoras.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre también lleva a cabo labores de investigación. En concreto, junto con la Facultad de Veterinaria, se trabaja en el control genético de los individuos del programa de cría en cautividad del milano real y quebrantahuesos.

En 2009 el Centro incrementó un 27 por ciento respecto a 2008 el número de ingresos de animales, alcanzando los 1.755, la mayoría de ellos, un 84 por ciento, aves. En este trabajo el consejero Alfredo Boné ha destacado la labor de los Agentes de Protección de la Naturaleza, de quien ha dicho que "ejercen una labor esencial, ya que gracias a su observación y a su vigilancia en el campo recogen el 80 por ciento de los animales que llegan al centro".

Además, el centro realiza reconocimientos e informes de animales a petición de otras administraciones públicas, ONG, particulares o por dictámenes forenses para procedimientos judiciales.

El centro cuenta con una clínica veterinaria (con quirófano, sala de necropsias, almacén congelador, laboratorio, sala de incubadoras y nacedoras, cocina, sala de rayos X, unidad de cuidados intensivos, generador de emergencia), 14 parques de vuelo para aves grandes y pequeñas; 25 Jaulas y 8 tortugueros.

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