La directora del Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familias y Adolescencia, Gloria Fernández replicó hoy al fiscal de Menores del Principado que la Casa Juvenil de Miraflores es "una unidad de protección de régimen especial y no un reformatorio", por lo que no se puede imponer a los menores un régimen de internamiento cerrado.

Fernández respondía así a las acusaciones vertidas hoy por el fiscal Jorge Fernández Caldevilla, en las que lamentó la "inoperancia y el fracaso" del equipamiento y urgió una "reestructuración del personal y del proyecto educativo".

A su juicio, Caldevilla incurrió en un "error de conceptos" porque "el centro no es para menores con trastornos de conducta; sino para niños con larga institucionalización que empiezan a tener comportamientos disruptivos".

En declaraciones a Europa Press, la portavoz del IAASIFA dijo que el equipamiento cuenta con un equipo de profesionales "cualificado, con la titulación pertinente y una larga trayectoria en educación social" y defendió que la situación del centro "no es imputable al quehacer de los educadores".

En cuanto al supuesto derroche de recursos, explicó que la Casa Juvenil tiene "la misma dotación que la mayoría de los centros", con sólo un educador más por turno y más personal de seguridad, por el perfil de los menores.

Preguntada por las fugas, Fernández lamentó que muchos de los ocupantes "no aceptan la normativa del complejo" y precisó que algunos de ellos se escaparon tras prestar declaración en Fiscalía, por la "falta de auxilio policial".

No obstante, reconoció que los nuevos perfiles de los menores obliga a "redefinir el sistema de protección y los programas de intervención en la infancia". Algo, precisó, en lo que la Consejería de Bienestar Social y el Instituto "ya están trabajando".