La Mesa, en un comunicado recogido por Europa Press, explicó que ha trasladado sus demandas a la Consejería de Medio Ambiente en relación a diferentes asuntos, entre ellos la definición de cultivo energético en la región, en virtud de las competencias que el atribuye el RD 661/07 que regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial que prepara la Junta.

Así, la Mesa propone que la Consejería de Medio Ambiente declare para Castilla y León biomasa de cultivos energéticos a "todos los productos forestales energéticos", así como "todas las frondosas que carecen de mercado en Castilla y León y que no tienen aplicación en la industria de la madera de la Comunidad".

Por otro lado, la MIMCyL señaló la idoneidad de que la Junta promueva y genere "el marco idóneo para la existencia de cultivos forestales energéticos que proporcionen un abastecimiento continuo", tal y como se trasladó en una reunión al director general del Medio Natural, José Ángel Arranz.

El encuentro tuvo por objeto plantear una serie de propuestas a la Dirección General del Medio Natural en lo referido a los aprovechamientos maderables y al establecimiento de criterios de corta, cantidades, tasación, prórrogas, períodos inhábiles por razones fitosanitarias, así como diversos aspectos a tener en cuenta en la nueva orden anual de medidas preventivas contra incendios.

Además, la MIMCyL presentó a José Ángel Arranz un informe sobre las subastas de primavera y otro sobre la situación que están atravesando las empresas del sector en la región. En lo que se refiere a las subastas, la Mesa ha comprobado que los resultados han sido desiguales dependiendo en función de las provincias y de los esfuerzos por intentar sacar madera al mercado.

Respecto a lo observado en las empresas, en las del tablero prácticamente todas las líneas de producción de la Comunidad están trabajando excepto una gracias al incremento en el nivel de exportaciones.

En lo que respecta a las empresas de explotaciones forestales, muchas de ellas han tenido trabajo los últimos meses en Francia (en aprovechamientos de madera derribada por el Klaus hace ya casi año y medio). "Todo parece indicar que estas empresas comenzarán a regresar a la Comunidad al finalizar el verano y podrán mantenerse activas gracias a los trabajos derivados de las subastas realizadas esta primavera", apuntó la Mesa.

Sin embargo, el futuro que les espera a los aserraderos no parece "tan prometedor" porque muchos de ellos están sufriendo un grave recorte en el número de empleados y a estas alturas de la crisis "parece imposible" hacer frente a sus competidores más directo como son los aserraderos franceses.