Desalojan a las últimas familias afectadas por la central vallecana

  • Hay cuatro menores afectados, entre ellos un bebé.
  • Su bloque está en medio de la futura rampa de acceso de camiones.
Amalia, una de las afectadas por los desalojos, frente al edificio declarado en ruinas.
Amalia, una de las afectadas por los desalojos, frente al edificio declarado en ruinas.
JORGE PARÍS
Amalia, una de las afectadas por los desalojos, frente al edificio declarado en ruinas.

Han pasado su vida en la colonia Nuestra Señora de los Ángeles (Puente de Vallecas), pero no verán crecer allí a sus nietos. Son las últimas siete familias del número 13 de la calle Sierra de Lucena, que serán desalojadas este miércoles por orden judicial bajo el pretexto de la "ruina inminente" de sus viviendas.

Pero sus casas no se caen ni corren el riesgo de hacerlo, según explican los afectados en la carta remitida a 20minutos y lo acreditan los dos informes técnicos encargados por los vecinos a sendos estudios de arquitectos. El motivo de su desgracia es bien diferente. Su bloque se erige justo en la que será la rampa de acceso de camiones de la futura central térmica proyectada en la zona por el Ayuntamiento de Madrid.

"No habrá central"

Y mientras ellos comenzaban a recibir las notificaciones de desahucio a finales de 2009, el alcalde de Madrid afirmaba con contundencia en enero durante una rueda de prensa (cuyo vídeo circula por Internet): "Ni hay un proyecto de central térmica en Vallecas ni base de submarinos en el Manzanares".

Las chimeneas que ya se alzan sobre la barriada (donde previamente ha sido demolido el n.º 101 de la avenida San Diego) evidencian que Gallardón no decía toda la verdad.

"Nos dejan en la calle", lloraba este martes Amalia mientras recogía las últimas cajas de su mudanza, que ha repartido entre Villaverde y Toledo (donde residen sus hermanos). La Empresa Municipal de la Vivienda le ofrece un piso en Vallecas pueblo por una cantidad que no tiene: 60.000 euros. "Mi marido está en paro y con mi sueldo comemos cuatro y pagamos lo imprescindible".

Desempleado está también desde hace dos meses otro vecino, Agustín, aunque él aún no percibe ningún subsidio. "Mañana dormiré en el coche, no tengo dónde ir", contaba este martes aparentemente resignado. Pero cuando no le ve nadie, se deshace en lágrimas mientras lucha contra el «insomnio» y sigue un tratamiento psicológico.

También Teresa y Salvador pasan las noches en vela. Sospechan que la suya (en el n.º 16 de la misma calle) será la próxima casa en caer. Mientras tanto, acogerán a sus hijos y nietos, que a estas horas se habrán quedado sin casa. Y es que entre los desalojados hay cuatro menores de entre 20 meses y 16 años de edad. Una situación que los vecinos han denunciado al Defensor del Menor, al del Pueblo y al Tribunal Europeo de Estrasburgo.

"La EMV, mafia organizada"

Los vecinos que se han quedado sin techo pagaron religiosamente sus casas a la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) hace décadas, pero ésta jamás tramitó los títulos de propiedad (escrituras). Por eso, el Ayuntamiento ha podido ponerles de patitas en la calle sin tener que indemnizarles ni darles otra casa. "La EMV es una mafia organizada", dicen los afectados.

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