En una reunión mantenida el Defensor destacó la necesidad de estas instalaciones como "un derecho fundamental para el correcto tratamiento y deseada integración social" de los enfermos mentales. Francisco García-Calabrés pidió a los vecinos "vencer el estigma sobre la enfermedad mental y la supuesta peligrosidad de la misma que carece de fundamento con una correcta asistencia sanitaria y social que ofrece la Casa-Hogar".

Además recordó que otras casas similares están dando buenos resultados en toda la provincia, y que la inmediatez del recién estrenado centro de salud también resulta positiva para la adecuada atención médica. El Defensor rechazó el argumento de la peligrosidad y la densidad de población como fundamento a la negativa a este recurso, y pidió a los vecinos que hagan posible la integración.