El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, afirmó que con la integración de Caja Rioja en el Sistema Institucional de Protección (SIP) de Caja Madrid y Bancaja "nos va a colocar en una entidad que va a jugar en primera división desde el punto de vista financiera, pero que va a mantener su propia identidad, su propia personalidad y su propia autonomía".

Sanz realizó estas manifestaciones a los periodistas, minutos antes de presidir el Patronato de la Fundación San Millán de la Cogolla.

El jefe del Ejecutivo riojano advirtió que "teníamos un problema, y es que solos no teníamos vida, viabilidad y había que buscar una fórmula de agrupación, aumentando nuestra masa crítica". "Aumentándola teníamos que buscar aquello que nos sirviese para dar continuidad y futuro", añadió.

La primera vía "que se buscó en su día -con CAI y Caja Canarias- hoy hubiera sido muy mala, por lo que aspiramos a buscar una fuerza mayor que nos permitiese estar en una posición estratégica desde el punto de vista de la dimensión y la masa crítica financiera".

Sanz afirmó que "estando en esta dimensión, mantenemos nuestra voz y nuestro peso dentro del nuevo SIP", algo que "me hace estar satisfecho y honrado, pero también tranquilo porque hemos pasado momentos de mucha inseguridad e incertidumbre ante la situación que estábamos viviendo". Aseguró que "no podíamos perder nuestra propia identidad económica, financiera de una entidad como Caja Rioja, y había que buscar una fórmula para que la vida, la presencia y la marca de Caja Rioja no se perdiese".

El jefe del Ejecutivo riojano apuntó que "vamos a tener mayor dimensión, mayor volumen, mayores ingresos, y mayores recursos para otorgar a los riojanos y para la Obra Social".

Sobre las oficinas de Caja Madrid y de Bancaja en La Rioja, Sanz afirmó que "no van a poder operar como Bancaja y Caja Madrid, por los que las va a asumir Caja Rioja, al igual que posiblemente Caja Rioja que está en Madrid tenga que hacer un papel con Caja Madrid allí". "Habrá que reestructurar, y si está una oficina pegada a la otra, habrá que ir oficina a oficina, en función de la rentabilidad y la viabilidad".

En el caso de los empleados, el presidente del Gobierno de La Rioja "la idea es que no haya ninguna repercusión en la pérdida de empleos, que era uno de los objetivos que planteábamos". "Unirnos a entidades que estuviesen en La Rioja ya operando, era un problema desde el punto de vista de pérdida de empleo y de competencia, por ello el impacto va a ser mínimo en el tema de empleo", añadió.