"El total representa un ahorro, entre lo que queda de 2010 y 2011, de cinco millones de euros. Tres millones son debidos a la reducción salarial y dos a reducción de otras partidas como convenios con organismos, fiestas y dietas", explicó en rueda de prensa el alcalde, Àngel Ros.

Ros dijo que su sueldo se rebajará entre un 10 y un 15% y concretó que la rebaja en los cargos electos y de confianza representa una reducción de 310.000 euros, refiriéndose a concejales, gerentes y gabinetes.

La moción del plan de ajuste extraordinario incluye también la reprogramación de inversiones del próximo año y la congelación de las tasas de basuras y de coches y una reducción del IBI.

Además de esta medida, los socialistas presentarán al Estado modificaciones en su propuesta de no permitir a los ayuntamientos que se endeuden a partir de enero para que no sea una política de café para todos, argumentando que Lleida tiene capacidad y no obligue a dedicar el ahorro sólo a amortizar deuda.

El equipo de Ros también someterá a votación la creación de un consorcio público, Globalleida, que aglutinará los consorcios de promoción del Ayuntamiento, la Diputación, las cámaras de comercio y la Universitat de Lleida (UdL), que afectará a un centenar de empleos, ahora pendientes de un nuevo organigrama.

"Hay gerentes que son funcionarios y por lo tanto si dejan su función gerencial pueden volver a su plaza de funcionario, garantizamos los derechos laborales de todos los empleados municipales de los organismos autónomos", dijo Ros. En este contexto precisó que "en la administración, el que no es funcionario y es cargo de denominación directa no tiene plaza garantizada".