La Guardia Civil ha detenido a un total de 38 personas, de nacionalidad española, europea y de América Latina, durante la desarticulación de una red dedicada a introducir cocaína en España, tanto por vía aérea como marítima, oculta en cacao en polvo y botes de champú, así como en maletas fabricadas con la propia droga ya escondida en un doble fondo.

La red operaba en la Comunitat Valenciana y en otras comunidades autónomas y contaba con infraestructuras en Colombia y Argentina. A los arrestados, —diez de los cuales están en prisión y el resto en libertad con cargos— se les acusa de delitos de tráfico de drogas, falsificación de moneda, blanqueo y evasión de capitales.

Con motivo de esta operación, denominada 'Andrómeda' e iniciada hace un año en Cantabria, se han desmantelado también tres laboratorios de procesamiento y adulteración de droga y se han intervenido cerca de 17 kilos (16,5 kg) de cocaína, —la mayor parte de ellos ocultos entre cacao e introducidos por vía marítima—, con los que se podrían haber fabricado unas 132.000 dosis.

La droga también llegaba a nuestro país por avión de dos formas distintas: en líquido, dentro de botes de champú, y en polvo, en maletas cuya fabricación se efectuaba con la propia droga ya oculta en un doble fondo y que es algo "novedoso".

Igualmente, se han incautado 1.100 euros falsos y material para la falsificación de billetes de 20 euros. Además, en el momento de su detención, los miembros de la red trataban de vender por más de un millón de euros una obra de la escuela italiana de finales del siglo XVI de autor desconocido y que atribuían a Goya.

Así lo comunicaron hoy el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez; el coronel jefe de la Guardia Civil de la Comunidad, Justo Chamarro; y el teniente jefe del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Cantabria, Luis Miguel Cerrada, quienes concretaron que la red operaba, además de en Cantabria, en Madrid, Valencia, Vizcaya, Vitoria, Asturias y Valladolid.

En rueda de prensa explicaron que la investigación se inició el pasado verano, cuando el EDOA sospechó que un establecimiento de hostelería de El Astillero, regentado por un ciudadano colombiano, podría dedicarse al tráfico de sustancias estupefacientes.

Cuando se inició la vigilancia de este individuo, los agentes descubrieron que, además de distribuir la droga en su negocio, también lo hacía, junto con un vecino de Santander, en clubs de alterne de la propia Cantabria y de Valladolid, Vitoria y Vizcaya.

Asimismo averiguaron que formaban parte de una red que podría falsificar moneda en Cantabria y Vizcaya. Las pesquisas condujeron a la detección de cinco ciudadanos de Colombia, Ecuador y República Dominicana, residentes en Santander, sospechosos de distribuir sustancias estupefacientes en grandes cantidades a lo largo de Cantabria, Asturias y Bilbao.

A su vez, su cabecilla y su lugarteniente, —ambos colombianos y en prisión—, estarían establecidos en dos centros de operaciones radicados en Madrid y en Valencia, donde también se conformaba otra red de distribución de drogas. Los dos jefes de la organización disponían de infraestructura en Colombia para presuntamente adquirir la droga y organizar su introducción en España.

Detenidos en barajas y medellín

El grupo introducía la droga en España por mar y por aire. En el primer caso, lo hacían disolviendo la cocaína en cacao en polvo; y en el segundo, ocultándola en botes de champú o en maletas fabricadas con la droga ya escondida en un doble fondo.

Los agentes detuvieron el 29 de enero en el madrileño aeropuerto de Barajas a un hombre de nacionalidad austriaca, y vecino del municipio cántabro de Laredo, que trataba de introducir cocaína en polvo oculta en una maleta tras aterrizar de un vuelo procedente de Buenos Aires (Argentina).

Dos días más tarde, se intervinieron en el Aeropuerto de Medellín (Colombia) otros tres kilogramos de cocaína líquida que portaba en botes de champú un varón de nacionalidad colombiana, residente en Santander. Ya el 27 de marzo, la Guardia civil interceptó otros dos kilos de cocaína en polvo en el doble fondo de una maleta que transportaba otro vecino de la capital cántabra y también procedente de Argentina.

Pedían un millón por un cuadro que atribuían a goya

Las importantes pérdidas que ocasionaron estas incautaciones llevaron a la organización a intentar vender un cuadro de autor desconocido de la escuela italiana de finales del siglo XVI por un millón de euros como si fuera una pintura de Goya y del que se desconoce tanto su procedencia como su valor.

Los agentes, que frustraron esta operación, también averiguaron que el grupo pagaba a otros ciudadanos sudamericanos para que remitiesen mediante giros el dinero procedente del tráfico de drogas a Colombia, habiéndose intervenido más de 100 justificantes por valor de unos 70.000 euros.

En el curso del operativo, se han realizado 16 registros en Santander y en los municipios cántabros de Boo de Guarnizo, Boo de Piélagos y Colindres donde se intervino cocaína, sustancia adulterante, 1.100 euros en billetes falsos, 351 cintas holográficas plateadas para fabricar billetes falsos de 20 euros, casi 3.000 euros en efectivo y otros efectos para la manipulación y distribución de droga. Además, se localizó un laboratorio casero de procesamiento de droga y material informático para fabricar billetes falsos.

En Madrid, se localizó otro laboratorio completo de procesamiento, cocaína, un kilo de sustancia adulterante y seis sacos de cacao en polvo con 10 kilos de cocaína pura, mientras que en Valencia se encontró otro laboratorio de procesamiento de la droga y el cuadro que pretendían vender.

Además de 1.100 euros falsos, los guardias civiles localizaron 351 tiras holográficas adhesivas para los billetes de 20 euros, con los que se podrían haber puesto en circulación más de 7.000 euros falsos y cinco vehículos de gama media y alta.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, según indicó el delegado del Gobierno en Cantabria, quien destacó la "brillantez" de la operación.