Entre 12.000 y 15.000 personas, según los sindicatos, secundaron hoy en Palma la huelga del sector público convocada por UGT, CCOO y CSI-CSIF contra las medidas del Gobierno dirigidas a reducir el déficit, que marcan un recorte del 5 por ciento de media en el sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones retributivas, en el marco de la huelga general en la administración pública convocada para hoy en toda España.

Los sindicatos convocantes coincidieron al calificar de "éxito" la participación en la manifestación, la cual salió de Plaza de España y recorrió las calles de Palma al grito de frases como "Zapatero, dimisión" para concluir en la Plaza de la Reina, que se quedó pequeña dada la cantidad de asistentes, los cuales tuvieron que ocupar parte de las calles colindantes.

La líder de CCOO en las islas, Katiana Vicens, señaló en declaraciones a Europa Press que esta convocatoria ha sido "un éxito", del mismo modo que consideró que ha habido "una amplia participación" en la huelga del sector público prevista hoy, el seguimiento de la cual el Govern cifró en un 8,94 por ciento de los funcionarios y trabajadores públicos de la administración autonómica de Baleares.

En este sentido, la sindicalista indicó que habían establecidos unos servicios mínimos "abusivos", que en algunos sectores alcanzaron "hasta el cien por cien" de la plantilla. Así, destacó que esta manifestación permitió "que todos aquellos trabajadores que estaban obligados a cumplir servicios mínimos pudieran expresar su rechazo al decreto de recortes del Gobierno".

El secretario de Función Pública de UGT, Aurelio Martínez, dijo, por su parte, que la huelga tuvo "más éxito" del que esperaban, puesto que se trataba de una convocatoria "muy difícil" dado que la aplicación del decreto era "irreversible". Además, consideró que era "difícil" convencer a la gente de que la secundara porque, "además de recibir un sablazo de un 5 por ciento en sus salarios", les iban a descontar un día de trabajo si se sumaban a la protesta.

No obstante, recalcó que la manifestación fue "un éxito" y apostilló que "ha sido la manifestación laboral más importante de los últimos quince años".

En la misma línea se expresó el presidente de CSIF en Baleares, Andreu Bou, quien coincidió en que la manifestación fue "un éxito", a la vez que subrayó que "esta vez sí que se han roto las previsiones". El sindicalista añadió que "esto no es el final", sino que la lucha "va a ir a más".

Huelga general

Respecto a la posibilidad de llegar a convocar una huelga general de todos los trabajadores, Vicens afirmó que los órganos de dirección nacionales, tanto de CCOO como de UGT, ya informaron de que "si el Gobierno decretaba una reforma laboral que fuera lesiva para los derechos de los trabajadores convocarían una huelga general, a la que sólo le falta que se ponga una fecha", aseveró.

En este sentido, agregó que los sindicatos están ya trabajando en un campaña informativa "intensa" en los centros de trabajo porque consideran "que es necesario estar preparados para la que se avecina y para poder dar una respuesta rápida y contundente en el caso de que este decreto sea lesivo para los derechos de los trabajadores, tal y como parece que será".

Con esta campaña, prosiguió Vicens, están tratando de "explicar mucho y muy bien a los trabajadores que es lo que se está jugando con todo este intento de salir de la crisis, no a través de una salida social, sino haciendo caso únicamente a los especuladores y a los mercados financieros".

"Tal y cómo va la reforma laboral creo que estamos abocados a hacer una huelga general en España, pero yo creo que va a haber una reacción en toda Europa de los trabajadores y de los sindicatos en contra de unas reformas neoliberales que no benefician a los ciudadanos y sí a los especuladores y al sector financiero", destacó Martínez.

Bou, por su parte, tampoco descartó la posibilidad de que se llegue a una huelga general "a nivel europeo como mínimo" porque, en su opinión, se está "ante el inicio de una revolución". En este sentido, destacó que "el sistema actual es inaguantable con este aglomerado de empresas, instituciones o asesores", entre otros. "El dinero que hay es más que suficiente pero está mal gestionado", apostilló.