"Hoy, en nuestra sociedad, casi todas las familias atribuyen a completos extraños la responsabilidad de preparar el cuerpo de los seres queridos para el descanso eterno". Sarah Sudoff reflexiona sobre la ruptura de la cultura occidental con la muerte. En la foto, el tejido poroso de la tapicería ha absorbido la sangre de un hombre que murió de un infarto.
Sarah SudhoffEl reverso de la alfombra sobre la que murió un chico de 25 años. En la causa sólo figura "ataque", pero no se especifica de qué tipo. " El tejido aún estaba húmedo. Lo poco que sabía de la manera en que había muerto y que fuera la persona más joven de mi serie de fotografías hizo que ésta fuera para mí la imagen más dura de captar", dice la artista.
Sarah SudhoffLa sangre que provoca un disparo contrasta con el azul pálido de la tela, testigo inanimado de un suicidio.
Sarah Sudhoff"Cuando tenía 17 años perdí a un amigo. Se suicidó. Cuando fui a visitar su casa el día después del suceso, vi a un equipo de limpieza eliminar con vapor las manchas de la alfombra de su cuarto. Todo rastro físico de las últimas24 horas se había desvanecido". Sarah reconoce que esa experiencia contribuyó a sus reflexiones sobre el tratamiento que da la sociedad occidental a la muerte.
Sara Sudhoff"Sólo me permito pensar un momento en la persona que hay detrás de la mancha que fotografío. Luego me fuerzo a ignorar cualquier sentimiento, porque si no no podría proceder. Es luego, de vuelta a casa, conduciendo, cuando me pongo a darle vueltas a lo que pudo rodear las muertes que he estado fotografiando", dice Sarah Sudhoff sobre el día a día de su proyecto.
Sarah Sudhoff