El Classic Moto Club del Bages, uno de los más grandes de Europa en su género, ha elegido la capital tarraconense para celebrar una concentración que ha visitado Holanda, Portugal o las Baleares en anteriores convocatorias. También han preparado rutas por carretera, escoltados por los Mossos, hasta L'Espluga de Francolí y Altafulla, y se concentrarán en la zona portuaria de Tarragona.

El Biscúter, que se dejó de fabricar en 1958, valía por entonces algo más de 27.000 pesetas, mientras que "hoy puede llegar, con una restauración integral y en función del modelo, a los 25.000 euros", explicaron Ramón Pradas y Josep Espinal del citado club.

La cita en Tarragona, a la que llegan vehículos de Holanda, País Vasco, Madrid y toda la costa mediterránea, es de gran envergadura, si se tiene en cuenta que en la actualidad sólo hay unos 120 Biscúter en condiciones de circular.

Según Ramón Pradas, la tecnología de aquel coche de 197 centímetros cúbicos y 9,5 caballos de potencia —fabricado inicialmente en aluminio, aunque las últimas unidades eran de poliéster— sería perfectamente extrapolable a la actualidad, por su tamaño y bajo consumo.

"Con materiales más modernos, e incluso con motor eléctrico, creo que tendría éxito. De hecho en Barcelona existe un concepto parecido de cochecito turístico de alquiler, con dos ruedas delante y otra detrás, dotado con un GPS y con las explicaciones adecuadas en los puntos de interés", explicó Pradas.

Los portavoces del Classic Moto Club del Bages reconocieron también que los actuales microcoches, que se conducen sin carné, "son un desprestigio" para los nostálgicos del Biscúter, "que requiere carné, seguro y una ITV anual". A su juicio, "dejar conducir los microcoches sin carné es un error; desarrollan demasiada potencia, son muy endebles en caso de siniestro, y se ha convertido en un vacío legal para personas con poder adquisitivo y sin habilidad para el examen de conducir".