Dos agentes de la Guardia Civil del puesto de Sagrajas (Badajoz) buscaron el pasado domingo en este pueblo a la asistenta de la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, para pedirle las llaves de la casa de esta última, dado que las había extraviado.

La propia delegada confirmó hoy en rueda de prensa estos hechos, que atribuyó a que había salido de un acto oficial —el cóctel con los Reyes en Badajoz con motivo del Día de las Fuerzas Armadas—, y después tenía que acudir a otro en Mérida, la recepción a los participantes de la Reunión Informal de Ministros de Agricultura.

Pereira compareció ante los medios para salir al paso de la información periodística de la Cadena Cope en la que se relata lo sucedido y de la posterior petición de dimisión por parte del Partido Popular, después de que la emisora diera a conocer los hechos.

Lo que sucedió es que la delegada se dio cuenta, tras el cóctel con los Reyes, que no llevaba encima sus llaves. Dado que la única persona que tenía un juego de llaves era su asistenta doméstica y no le fue posible localizarla por teléfono, una pareja de agentes de la Benemérita procedió a localizar a la empleada de hogar, en la pedanía de Sagrajas, para encontrarla.EXPLICACIÓN

La delegada explicó en la rueda de prensa que convocó el acto informativo para "dar la cara" y "las explicaciones" que los medios consideren oportunas, porque no tiene "nada" de lo que avergonzarse.

Pereira comenzó destacando que en su trayectoria como delegada se ha caracterizado por la "austeridad" en el uso "de los recursos públicos", y puso como ejemplo que utiliza "bastante poco" el coche oficial y que no reside en las dependencias de la delegación pudiendo hacerlo.

Respecto a los hechos concretos, dijo que se quedó sin llaves "venía de un acto público y tenía que acudir a otro". "No tenía posibilidades de entrar en mi casa, de hecho no entré me fui al acto de la Cumbre de Ministros de Agricultura con la misma ropa, la mismos zapatos, con todo a esa cumbre", explicó.

"Como muchos ciudadanos cuando tienen algún problema cuando no localizan a la única persona que tiene las llaves, pues acuden a la policía local o algún amigo, uno incluso llamó a los bomberos para que le tiren la puerta, pero bueno son cosas que ocurren", precisó.

"No tengo —agregó— más explicaciones que dar, ni pedirle perdón a la Guardia Civil, sino agradecerle muchísimo las tareas que hacen todos los días en auxilio en apoyo del resto de los ciudadanos".

Explicó Pereira que lo que hicieron los agentes es preguntarle a la alcaldesa pedánea, del PP, donde vívia su empleada para pedirle las llaves, que ella recogió al volver de la recepción de Mérida.

Apostilló que si estos hechos se consideran "utilización indebida", recuerda que un verano hubo "una redada" detrás de una moto "que puso en peligro" a dotaciones policiales y vecinos. Pereira se refería a una actuación de la Policía Local en agosto de 2008 para recuperar una moto del entonces concejal pacense y hoy presidente del PP extremeño, José Antonio Monago.

Reacción del pp

Por su parte, el secretario general del Partido Popular en Extremadura, Fernando Manzano, pidió hoy a la delegada del Gobierno en la región, Carmen Pereira, que dimita y pida "perdón" a la Guardia Civil "por haber hecho mal uso de las Fueras y Cuerpos de Seguridad del Estado", al tiempo que consideró que "no puede estar ni un minuto más la representación del Estado" en la Comunidad Autónoma.

Manzano, quien calificó lo sucedido de de "inaudito, asombroso e inconcebible", anunció que desde su partido van a "tomar medidas en Madrid, en el Congreso y en el Senado" ante la actitud, en sus palabras, "lamentable" de la delegada del Gobierno, a la que también recriminó por "ningunear" al alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán (PP), al afirmar que el mejor alcalde de la capital pacense es José Luis Rodríguez Zapatero".

"Pereira ningunea a alguien que ha obtenido la confianza de la mayoría de los ciudadanos", recalcó Fernando Manzano, quien agregó además que la delegada del Gobierno en Extremadura "también se atrevió hace unos días a mentir públicamente" y a sabiendas a los extremeños afirmando que el coche que paró la Guardia Civil a 170 kilómetros por hora no era el del presidente de la Junta, sino el de los escoltas.