El pleno del Ayuntamiento enfrenta al PP y al PSPV por haber llamado Barberá "miserable" a Zapatero

El pleno del Ayuntamiento de Valencia enfrentó hoy a populares y socialistas por las declaraciones que hizo la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, hace tres días, cuando calificó al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez, de "incompetente, ignorante, inmoral político y miserable".

La primera en hacer referencia a sus calificaciones fue la portavoz socialista, Carmen Alborch, quien momentos antes de empezar el pleno leyó unos párrafos a los medios de comunicación en los que decía que "por el bien de la convivencia y la democracia, pedimos a la alcaldesa que cese en el insulto y la crispación, y se preocupe de gestionar la ciudad y resolver los problemas reales de todos los valencianos, que están representados por esta corporación".

Afirmó que "es tiempo de que los políticos asumamos el valor de la ejemplaridad de nuestras actuaciones; la transcendencia que para la convivencia ciudadana tienen nuestras opiniones, la importancia de nuestras intervenciones en la creación de un clima de respeto, comprensión y colaboración, y ejercicio de los valores cívicos". "Es tiempo para la cooperación y la lealtad institucional; para que la política sea parte de la solución, en lugar de parte del problema", puntualizó.

Por ello, estimó que utilizar la descalificación como arma política contra el presidente del Gobierno o contra cualquier responsable político "supone una falta de respeto a las instituciones, y a la ciudadanía que representan. Estos comportamientos desprestigian la política y a quienes honradamente nos dedicamos a ella con voluntad de servicio público", dijo.

Así, pidió a Barberá que "siga el código de buen gobierno de la FEMP acordado por este Ayuntamiento, utilizando un tono respetuoso y deferente en nuestras intervenciones tanto hacia cualquier miembro de la corporación como hacia la ciudadanía".

Una vez en el pleno, y al comenzar la sesión, el primero en intervenir fue el concejal socialista Francisco Carsí, quien pidió a Barberá que "cese el insulto y se preocupe de gestionar la ciudad y los problemas de los valencianos". A esta afirmación se sumaron otros ediles del partido, entre ellos, Carmina del Río o Juan Ferrer.

Frente a ello, algunos concejales populares como Alfonso Novo, antes de que acudiera Barberá al pleno —que llegó sobre las 11.35 horas puesto que antes tuvo un acto de visita de la nueva Fe— les dijo que "si lo que buscáis son insultos, preguntarle al PSPV".

Cuando se presentó la primera edil, se dirigió a los socialistas y les remitió a la definición que hace la Real Academia de la Lengua sobre el término "miserable", y lo recogió textualmente: "infeliz. Abatido. El que escatima". Al respecto, afirmó que es lo que ha hecho Zapatero, "escatimar con los más débiles, como son los pensionistas".

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