La recuperación del Teatro Circo para la ciudad de Murcia ha entrado en su "recta final" y el proyecto se ha ejecutado más del 70 por ciento, por lo que desde el Ayuntamiento se prevé que reabra sus puertas en el primer trimestre del próximo año.

Así lo anunció hoy el alcalde, Miguel Cámara, durante la visita que realizó a las obras, acompañado del arquitecto Vicente Pérez Albacete, responsable de la rehabilitación; y los concejales de Urbanismo y Cultura, Fernando Berberena y Fátima Barnuevo, respectivamente.

De este modo, el primer edil mostró su satisfacción por el estado en el que se encuentran las obras, que cuentan con un presupuesto cercano a los nueve millones de euros, "sin haber tenido que desembolsar ni un sólo céntimo de euros de los presupuestos municipales para recuperar este espacio cultural".

Así, la intervención que realizan los técnicos permitirá reabrir este inmueble, que fue un antiguo cine y espacio para espectáculos, convertido en Centro Experimental y Alternativo de Artes Escénicas.

En este sentido, Cámara destacó la importancia de esta obra, que permitirá recuperar un espacio "singular" para Murcia y "convertirlo en un referente desde el punto de vista de todo lo que son las nuevas aplicaciones de coreografía y escenografía en el ámbito teatral".

Hasta el punto, resaltó, de que esta obra "está sirviendo de referencia para muchos coreógrafos y arquitectos que desde diferentes puntos de España y de fuera están viniendo a conocer el rendimiento que se ha podido sacar a este espacio". "Es un símbolo de lo que significa el desarrollo y el crecimiento de Murcia", indicó.

En esta línea, recordó que "hace poco se recuperaba una de las joyas de la ciudad, el Casino de Murcia, y hoy se trabaja en el Teatro Circo y demás carreteras e infraestructuras que suponen que Murcia progrese y se desarrolle".

Proceso de recuperación

Los trabajos realizados ya corresponden a las obras "más farragosas y complejas", como son las labores de albañilería, cimentación, excavaciones, estructura, plataforma del patio de butacas, escenario y demás instalaciones, entre ellas la de aire acondicionado, de manera que a partir de ahora queda pendiente la decoración y acabado y el equipamiento escénico.

El proyecto de rehabilitación ha respetado la conservación de la estructura del edificio en su integridad y valor, además de la ampliación del escenario y la creación de una zona de sótano para ubicar camerinos, almacenes y una sala de ensayos de lo que en principio fue un local de cine, según explicó el arquitecto, quien resaltó que todo ello era necesario.

En concreto, el nuevo Teatro Circo dispondrá de un aforo de 694 localidades, 290 en el patio de butacas, 90 en platea, 120 en el primer anfiteatro y 194 en el segundo, a las que se sumarán otras 117 de la sala de ensayos que se habilitará en el sótano.

Hay que tener en cuenta que el Teatro Romea tiene capacidad para 1.100 espectadores y el Teatro Bernal, inaugurado en 1910 y recuperado en 2003, cuenta con 300 localidades.

La reforma permitirá que el nuevo edificio esté "perfectamente" preparado para acoger tanto representaciones tradicionales de teatro o danza contemporánea como circenses. Esta posibilidad es consecuencia de los elementos escénicos que se incorporarán al espacio.

Se trata de un escenario volcado hacia el patio de butacas, con "perfecta" visión desde cualquiera de sus tres plantas; además de que la zona delantera del escenario irá articulada con un mecanismos hidráulicos que permitan la aparición de decorados desde el foso.

Igualmente, se contempla la instalación de un sistema de bastidores móviles que harán posible aforar el escenario de muy variados modos; un pequeño telar al fondo, de 2,70 metros de profundidad, que servirá tanto para cerrar en negro el fondo como para utilizar una pantalla para proyecciones; y un foso compartimentado entre el mecanismo hidráulico, zona de camerinos, almacenes y sala de ensayos.40

Años cerrado

La rehabilitación ha permitido recuperar un inmueble que se encontraba en "evidente" estado de abandono desde que fuera cerrado en la década de los 70.

El Teatro Circo, inaugurado el 5 de noviembre de 1892, fue proyectado y construido por Justo Millán siguiendo las pautas de los célebres 'teatros-circo' que, desde París, se extendieron por muchas ciudades europeas.

Millán, responsable también de la rehabilitación definitiva del Teatro Romea tras el incendio de 1899, fue asimismo autor de la Plaza de Toros, el Hospital provincial, el Colegio San José de vocaciones eclesiásticas o la portada de San Bartolomé.

El Teatro Circo Villar -adquirió el nombre de su propietario, Enrique Villar- sufrió diversas modificaciones a lo largo de los años. A su uso como teatro y como circo, cabe añadir el de veladas de boxeo y lucha libre, espectáculos ecuestres y cine, entre otros.

Desde 1908 se habilitó para cine, función en la que pervivió, combinada con otros espectáculos, hasta los años setenta, cuando se cerró de manera definitiva.