Lo que hay

Un paseo por el depósito permite comprobar algunos tesoros ocultos entre la chatarra. Hay gran cantidad de coches viejos y destartalados que no llamarían la atención de un comprador. Coches históricos requisados a famosos delincuentes que conservan los disparos de bala en el cristal. También hay motos, bicicletas... Pero, sobre todo, se puede encontrar algún chollo. Vehículos prácticamente nuevos, Mégane, BMW, todoterreno..., impecables en apariencia y de motor, que están precintados por impago y que, si su dueño no lo remedia, terminarán en manos de algún de los ‘cazagangas’ que rastrean la vida de los vehículos.

«Siempre suelen ser las mismas personas las que vienen a pujar por este tipo de vehículos, ya se conocen entre ellas y se ponen de acuerdo», comenta uno de los trabajadores del depósito.

Cien días de gracia

Todo tiene su proceso. A los depósitos no se puede ir a mirar ni a comprar un coche. Los vehículos abandonados van directamente al desguace en lotes. Los precintados son los que salen a la venta. Cada institución realiza la subasta por su cuenta. En caso de que nadie puje por esos vehículos, se espera hasta tener un lote de 125, se avisa a los propietarios y se les da un plazo de 20 días, se espera otros dos meses, se publica en los boletines oficiales del Estado y de la provincia y, si nadie da cuenta de ellos, irán al desguace. En total pasan unos 100 días, por eso suelen realizarse unas tres subastas al año.

Renault 4

Más conocido como cuatro latas, este vehículo de color azul fue abandonado por su dueño y se ha convertido en uno de los más antiguos del depósito.

Motocicletas

Estas motos han sido precintadas porque sus dueños no tenían el seguro obligatorio. En el depósito también hay bicicletas abandonadas.

BMW

Este coche de alta gama  fue precintado por impago y está en perfecto estado. Saldrá próximamente a subasta junto con otros vehículos casi nuevos.