En declaraciones a los periodistas, Durán, quien hasta el pasado viernes fue miembro del consejo de administración de CajaSur, consideró "cínico" que los sacerdotes que representaban hasta ahora al Cabildo (Iglesia Católica), como grupo mayoritario, en el consejo de CajaSur, se escuden en la supuesta defensa del empleo en la caja para justificar su voto contrario a la fusión con Unicaja, prefiriendo la intervención de la entidad, cuando "han aprobado en consejo de administración todos los ajuste y todos los recortes" que iban a afectar a los trabajadores, "para hacer viable la entidad".
Por eso, a juicio de Durán, "hay que pedir responsabilidades a quien ha tomado la decisión" de optar por la intervención de la caja, es decir, el Cabildo, cuatro de los cinco representantes de los impositores y el representante de Aspromonte (sindicato mayoritario en CajaSur), mientras que el resto, es decir, los consejeros de la Diputación cordobesa, de las corporaciones locales y de la Junta de Andalucía, han estado "maniatados con unas esposas, sentados en la parte de atrás de un coche conducido por un inconsciente, en una autovía, en sentido contrario y a 150 kilómetros por hora".
"Eso fue —subrayó— el consejo de administración del otro día (pasado viernes), y de esa forma es cómo se puede expresar gráficamente lo que sentimos quienes peleamos hasta el último segundo para que esa decisión fuese otra distinta", siendo ahora "el Cabildo y el obispo de Córdoba quienes tendrán que explicar ahora a los cordobeses por qué hoy la caja no opera con normalidad en el mercado financiero".
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