Tras un desencuentro en el establecimiento, el cliente agresivo esgrimió una navaja tratando de acometer a un joven que estaba acompañado de su novia , siendo ella quien advirtió a su pareja de que el agresor se acercaba por su espalda con la intención de pincharle.

Pudo esquivar el arma logrando alcanzarle levemente en el brazo y teniendo que ocultarse detrás de la barra para evitar ser de nuevo alcanzado.

Los demás clientes salieron en su defensa y llamaron a la Policía Nacional cuyos agentes procedieron a la detención de esa persona y a la incautación de una navaja de 15 centímetros que llevaba en la parte de la espalda, entre el pantalón y su cuerpo. Contaba con numerosos antecedentes policiales por lesiones, amenazas, robos y tráfico de drogas.