Cannes echa el cierre a la sección oficial mientras espera al ganador de 2010

  • Las proyecciones de la sesión no conseguieron entusiasmar a la crítica
  • Mike Leigh se perfila como favorito para hacerse con la Palma de oro.
  • Bardem lo tiene francamente bien para llevarse este trofeo.
Bardem e Iñárritu, en Cannes.
Bardem e Iñárritu, en Cannes.
Efe
Bardem e Iñárritu, en Cannes.

Cannes ha echado el cierre a la sección oficial de la 63ª edición y aguarda al veredicto del jurado presidido por Tim Burton para conocer al sucesor de Michael Haneke y La cinta blanca. Y siguiendo con la tónica del festival, no ha habido ninguna sorpresa agradable entre las cintas a concurso pero sí bastante tedio.

¿Les suena el nombre de Apichatpong Weerasethakul? Dentro de círculos muy cinéfilos se le considera uno de esos autores totales a los que venerar por encima de todas las cosas. Se ha ganado esta fama gracias a cintas en las que tan pronto un personaje se transforma en un tigre sin venir a cuento (Tropical malady) o planta la cámara y se dedica a ver la vida pasar durante cinco minutos, sin que suceda absolutamente nada delante del objetivo. Ouncle Boonmee who can recall his past lives (algo así como El tío Boonmee, que puede recordar sus vidas anteriores) es una nueva vuelta de tuerca a este cine.

Por supuesto, los defensores de Apichatpong le han puesto por las nubes y no han tardado en señalar su cinta como lo mejor del festival. Y aunque los festivales tienen el deber de premiar no solo a las mejores películas si no a aquellas que además de serlo, son arriesgadas, no debería extrañar a nadie que el tailandés pesque algo mañana por la noche, aunque su propuesta se pase de arriesgada para entrar en un terreno más cercano a lo conceptual.

Conceptual, y bastante somnolienta, fue la proyección de Tender son, del húngaro Kornel Tendreczo. Una revisión del mito de Frankenstein en la que los críticos no supieron si la cinta intentaba ser una comedia, hacer una reflexión sobre el estado del cine actual, o si tenía alguna intención de explicar una historia. Inusualmente en Cannes, un certamen en el que por mucho que se hable de críticas feroces, siempre hay aplausos al final de las proyecciones, los abucheos predominaron sobre los palmeros.

El telón lo ha echado The tree, la película de clausura protagonizada por Charlotte Gainsbourg. La trama de The tree no se diferencia demasiado de una película familiar de domingo a primera hora de la tarde: madre de familia numerosa se queda viuda y tiene que rehacer su vida a trancas y barrancas mientras lucha por sacar adelante a los suyos. Fue entretenida como lo puede ser cualquier otra película que proyecten las cadenas de televisión este fin de semana. Pero a Cannes se le exige algo más en la selección de sus cintas.

Leigh, Bouchareb y Beauvois, favoritos

Después de diez días de certamen esta es la mayor crítica que se escucha estos días: es el peor festival en términos de calidad en unos cuantos años. Pese a todo ha habido buenos momentos de buen cine, que serán con toda probabilidad los que se vean recompensados mañana. Apunten los nombres de Mike Leigh, Xavier Beauvois y Rachid Bouchareb para la gala vespertina, ya que posiblemente entre ellos tres esté la Palma de oro.

¿Y Bardem? El actor español lo tiene francamente bien para llevarse uno de los pocos trofeos que le faltan. Pero tiene competencia, y no le va a poner las cosas fáciles. Por lo pronto, el reparto de Of gods and men ha gustado mucho y no se descarta un premio al conjunto de actores, un galardón que no hace tanto concedieron al reparto femenino de Volver. La respuesta, mañana a partir de las 19:30.

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