La iglesia de Olivares (Valladolid) recibe tres tallas del XVII restauradas y atribuidas a Gregorio Fernández y taller

La Junta de Castilla y León hizo entrega a la iglesia parroquial de San Pelayo de Olivares de Duero (Valladolid) tres tallas del siglo XVII restauradas por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.

Según informaron a Europa Press fuentes de la Delegación Territorial las imágenes, de tamaño natural, representan a San Luis Gonzaga y dos bustos de ángeles y su particularidad radica en que son piezas de papelón, es decir, una técnica escultórica que une volúmenes realizados en talla de madera con otros de lienzos encolados, aparejados y policromados.

El conjunto, según las mismas fuentes, es de una "excepcional calidad artística" aunque presentaba un deficiente estado de conservación y su variedad de materiales constitutivos hizo necesario realizar una labor multidisciplinar que obligaba a la intervención de los diferentes departamentos del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León.

Los estudios analíticos previos incluyeron exámenes radiográficos, organolépticos y la extracción de muestras de todos los materiales para determinar la naturaleza, secuencia estratigráfica y caracterización de los deterioros.

Asimismo y dado el precario estado de conservación de las estructuras internas de las piezas, fue necesario el desmontaje de todas ellas, lo que permitió el estudio de este tipo de estructuras destinadas a sostener los diversos lienzos y materiales encolados y a dotar de movimiento y armonía a las esculturas.

La labor y estudio realizados permitieron conocer mejor las técnicas de la imaginería con "papelón" y sus causas de deterioro, lo que facilita el desarrollo de nuevas alternativas de tratamiento para su conservación.

La madera,

En muy mal estado

La principal patología afectaba a los lienzos encolados de las tres imágenes, que habían perdido sus propiedades mecánicas, a lo que se sumaba que las estructuras de madera estaban en muy mal estado, con un acusado ataque de insectos xilófagos, e incluso algunas piezas estaban partidas y las articulaciones de los brazos habían cedido variando la colocación de los mismos.

Por otro lado, la talla del santo tenía una capa de repolicromado que ocultaba la calidad de la policromía original.

Para solventar todos las afecciones, en el proceso de restauración se desmontaron todos los elementos, se realizó un tratamiento biocida, un sentado de la policromía con gelatinas animales, la consolidación de zonas de madera debilitadas con una resina acrílica y la reintegración de volúmenes.

También se elaboró un elemento barrera para separar la estructura de madera de la tela policromada en el santo así como una estructura de sostén para los faldones de los ángeles aunque el tratamiento incluyó además la eliminación del estrato de suciedad, el aparejado de lagunas con estuco tradicional, la reintegración de policromías, un tratamiento de elementos metálicos, la consolidación de los elementos textiles y para finalizar, se ha realizado un barnizado de acabado y protección final.

Trabajo del centro de conservación

Además de este conjunto escultórico, entre las obras de la provincia de Valladolid en las que trabaja el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León durante este año destacan unos candeleros de viaje del siglo XIII del Museo de Valladolid, un Cristo de la Vega del siglo XVI atribuido a Francisco Giralte y procedente de Tordehumos y la pintura sobre tabla La Virgen de la Flor, obra de la escuela castellana del siglo XVI que se encuentra en el Castillo de la Mota, en Medina del Campo.

A estos bienes se suman 15 grabados calcográficos a buril que reproducen la decoración de Las Logias del patio de San Dámaso del Vaticano de Rafael Sanzio, del siglo XVIII y pertenecientes al Museo de Valladolid; el Testamento de Alonso de Quintanilla y su mujer, Aldara de Ledeña, y el Árbol genealógico de Alonso de Quintanilla, manuscritos del siglo XVIII pertenecientes a la Fundación Museo de las Ferias de Medina del Campo y 22 cantorales litúrgicos del Convento de Catalina de Siena fechados entre los siglos XVI al XVIII.

El Centro, fundado en 1987 y dependiente de la Consejería de Cultura y Turismo, "constituye un auténtico polo de I+D+i de referencia en España y cuenta con un posicionamiento de liderazgo en la aplicación de nuevas tecnologías al sector del patrimonio cultural".

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