Directivos del Grupo FCC (Fomento de Construcciones y Contratas) ordenaron falsificar los partes de trabajo de la empresa mixta de aguas de Torrelavega, Aguator, en la que participaba como socio privado mayoritario junto al Ayuntamiento, con el objetivo de que las cuentas de la sociedad reflejaran pérdidas y así se redujera el canon que debían pagar al Consistorio por este servicio.

Así lo declaró hoy ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria el ex jefe de Administración de Aguator, José Becerril, que compareció como testigo y que fue quien informó al Ayuntamiento del comienzo de las irregularidades, que coincidieron en el tiempo con la adquisición de Sogesur, el socio privado en un primer momento, por el Grupo FCC.

En concreto, este directivo, en la actualidad al frente del matadero comarcal de Torrelavega, señaló como responsables de estas órdenes de estas órdenes al gerente de Aguator, procedente de Sogesur y de FCC, Alberto Andérez; al director de la Delegación Norte del grupo, Fernando de la Torre; y a Santiago Lafuente, director de zona de FCC. "Aguator nunca ha sido independiente de FCC", sentenció este testigo, para quien el problema es que Aguator "rendía poco para lo que querían en Madrid", donde "tomaron a Torrelavega como referencia para coger Santander", como finalmente sucedería después, a través de Aqualia.

Aguator era la empresa que prestaba desde 1994 el servicio de aguas en Torrelavega. Estaba constituida por Sogesur, como socio privado y mayoritario, y por el Ayuntamiento, en una relación en la que en el año 2000 empezaron a producirse discrepancias que desembocaron en denuncias judiciales.

Cuatro de sus directivos y el empleado de una contrata de FCC se sientan en el banquillo esta semana, acusados de delitos de estafa y societarios por la presunta falsificación de facturas, caudalímetros y partes de trabajo, así como por negarse a facilitar información a sus socios, el Ayuntamiento de Torrelavega.

Durante el juicio, este testigo recordó que fue seguido por un detective privado cuando mantenía encuentros con representantes municipales, algo que la empresa ha admitido. Pero Becerril reveló además que se siguió a más gente, incluyendo técnicos municipales a los que se investigó su patrimonio.

Esta declaración provocó que el Ministerio Fiscal pidiera que se deduciera testimonio, por si podía ser constitutivo de delito, en una petición que contó con el asentimiento de los letrados de la defensa.

Falsificación de partes

El que fuera jefe de Administración rechazó que sus funciones en la empresa estuvieran relacionadas con las facturas y el control de los partes de trabajo. En los días anteriores, los acusados le habían señalado como responsable del "desmadre" en la facturación. También negó que actuara en represalía por no haber sido nombrado gerente.

Becerril contó como Santiago La fuente, director de zona del Grupo FCC, le echó una "bronca" al primer gerente, José Antonio García San Emeterio, a quien le dijo que actuaban como "cobardes" y que "había que dar pérdidas" y "poner las obras como gasto", con el objetivo de "bajar el canon del Ayuntamiento".

Según relató Becerril a la Audiencia Provincial, cuando se detectó el "desfase", el director de la Delegación Norte de FCC, Fernando de la Torre, "dio la orden de justificarlo" bajo la técnica de facturar como trabajo las horas extras de los empleados.

De igual modo, el gerente de Aguator, Alberto Andérez, "me dijo que había que hacer partes falsos", algo a lo que Becerril se negó. "Ahí supe que definitivamente yo no iba a formar parte de la empresa, le dije que yo no iba a ir a la cárcel", narró.

Entonces, "Andérez mandó a Esparza que hiciera partes de trabajo que no estaban en las facturas", que empezaron a estar "infladas", reflejando horas de trabajo por cambios en contadores en los que no se había hecho.

Becerril cree que Esparza, jefe de contadores y encargado de atención al cliente, "actuó por obediencia y miedo a la reacción de sus superiores", pero destacó que de todos los acusados es el "único" que "siempre ha colaborado con el Ayuntamiento".

El propio Becerril vio como, en la sala de juntas de Aguator, dos trabajadores procedían a rellenar los nuevos partes de trabajo, rompiendo y tirando los viejos, hasta el punto de que "las papeleras estaban llenas". Este trabajo les llevó "tres días, mañana y tarde", falsificando unos 300 partes.

Además de estas falsificaciones, que documentó en un informe que presentó a la Fiscalía en el año 2003, Becerril contó como los trabajadores le informaron de que se producían alteraciones en los caudalímetros, y también se adjudicaban más obras a Tedesa, contrata habitual de Aguator y que pertenecía a FCC, el mismo grupo del socio privado, para "comerse los beneficios", mediante concursos que eran "una especie de paripé".DOCUMENTACIÓN

En cuanto a la ocultación de información al socio municipal, Becerril negó el argumento que se dio a los representantes del Ayuntamiento cuando acudieron a Aguator, el 27 de marzo de 2001, en busca de documentación, desde Sogesur se les dijo que esos papeles se habían enviado a Madrid. "Nunca en la vida se han mandado partes en madrid, estaban allí, en las oficinas", aseveró.

Además, contó como vio a De la Torre, director de la Delegación Norte de FCC, llevarse documentación, y aseguró que este acusado "ordenó que la documentación de Sogesur que implicara a gente de Madrid desapareciera".

La empresa comenzó a sospechar que había un "topo" dentro que pasa información al Ayuntamiento, y así se lo dijeron a Becerril, que actuaba "a escondidas", pero que detectó seguimientos de un detective privado.

En una comida que tuvo lugar en Madrid, el director de zona, Santiago Lafuente, le dijo que "todo estaba preparado para que García San Emeterio —el primer gerente—, se lleve el marrón". "Y si eres tú el que pasa información, te va a caer a tí", le advirtió, tras describirle a FCC como una "máquina".

Becerril fue trasladado a Madrid en un "ascenso profesional" que él eludió con una baja por depresión porque no quería estar "en manos" de los directivos Lafuente y De la Torre.