Fernando Marías se enfrenta a sus fantasmas para "perder sus miedos" en 'Todo el amor y casi toda la muerte'

El escritor bilbaíno Fernando Marías, que visitó hoy Sevilla para presentar su último trabajo literario, afirmó que su nueva obra, 'Todo el amor y casi toda la muerte (Espasa), Premio Primavera de Novela 2010, recoge la historia de un hombre que "se lanza a perder sus miedos, enfrentándose a sus fantasmas personales".

En una entrevista concedida a Europa Press, Marías apuntó que la novela "parte de los fantasmas del autor y camina hacia el deseo" y precisó que la obra "comienza con los fantasmas que él vivió, fantasmas generados por su mente. Añadió que, a partir de entonces, decidió "psicoanalizarse y liberarse de esas apariciones, al tiempo que ayudar a la liberación de los fantasmas".

Del mismo modo, según indicó, la novela recoge "el amor real y el amor no real, es decir, los celos, el amor posesivo o el deseo sexual delirante, unos sentimientos peligrosos". Asimismo, resaltó que se trata de una novela "inclasificable", que nace como "diálogo con el pasado, un hecho imprescindible para saber quienes somos", añadió, explicando que aborda "la reconstrucción de una vida desde la memoria y la lucidez del novelista". Marías confesó que la novela alberga "su espíritu, atmósfera y entorno, pero no los hecho de su vida, sino sus sensaciones y obsesiones".

La novela, según explicó, se divide en tres "historias, todas peculiares. Así, señaló que la novela negra no es tal cual, sino emocional, es decir, "no interesa quien apretó la pistola, sino las razones emocionales que están detrás del crimen". La historia decimonónica de amor toma todos los elementos tópicos de la novela del siglo XIX, pero dando una vuelta al desenlace de la historia de amor entre el poeta bohemio y guapo y la mujer joven de pueblo infelizmente casada con el cacique. En este sentido, precisó que los elementos tópicos aguardan "una reflexión sobre el amor patológico y la locura del amor, matizando que cuando se habla de amor se integra a los celos o la pasión posesiva, que no tienen nada que ver".

Por último, expresó que la novela fantástica parte de la historia de un soldado cubano que a finales del siglo XIX vive un idilio sexual con una mujer invisible que vive en el fondo del mar, presentando una metáfora sobre "el deseo que puede a llevar a desembocar en la muerte". En este sentido, dijo que "la pasión sexual extrema y peligrosa debería ser vivida por todos en la educación sentimental".

Unidas por tiempo y espacio

Al hilo de esto, el ganador del Premio Nadal en 2001 por 'El niño de los coroneles', manifestó que la novela se presenta "muy ensamblada y fluida a pesar de transcurrir en distintos tiempos". El nexo de unión se alberga en el elemento espacial, ya que la historia transcurre en un acantilado del Cantábrico, una nota irónico frente a las clásicas novelas de fantasmas.

Por otro lado, afirmó que, si bien las historias se presentan en épocas distintas, el tiempo es "circular y con la forma verbal del presente, reflejando la sensación de vivir en paralelo todas las narraciones". "El pasado no nos pertenece y el futuro es incertidumbre, el ser humano es un funambulista que pasa por el cable del presente, dejando a cada paso el pasado a un lado", aseguró.

María confesó que la obra tiene mucha carga psicológica porque parte de "su historia y vivencias" y aborda a un personaje que "huye de sus propia identidad y busca la desaparición de un mundo del que es complicado ausentarse, reflejando cierta esquizofrenia en un hombre con neurosis y paranoias que se lanza a perder sus miedos", añadió.

Por otro lado, el escritor, ganador del Premio Ateneo de Sevilla, indicó a Europa Press que la denuncia de la corrupción política se encuentra en el germen de la novela negra, el caso es que en "España hay tantos casos que faltarían escritores y novelas", aunque recordó las obras de Vázquez Montalbán, Carlos Salem o Juan Madrid.

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