Un propietario de las subcontratas de Elsur recurre la sentencia por cesión ilegal de trabajadores

El empresario José Amate, propietario de las entidades Arborimar y Maviroad --subcontratas de la empresa mixta de servicios municipales, Elsur, de El Ejido (Almería)-- y que permanece en prisión incondicional en calidad de imputado en el marco de la operación 'Poniente' que investiga una presunta trama de corrupción municipal, ha recurrido la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 2 que declaró la cesión ilegal de trabajadores entre compañías.

El empresario José Amate, propietario de las entidades Arborimar y Maviroad —subcontratas de la empresa mixta de servicios municipales, Elsur, de El Ejido (Almería)— y que permanece en prisión incondicional en calidad de imputado en el marco de la operación 'Poniente' que investiga una presunta trama de corrupción municipal, ha recurrido la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 2 que declaró la cesión ilegal de trabajadores entre compañías.

Fuentes judiciales indicaron a Europa Press que esta parte interpuso al quinto día de emitir la sentencia un recurso de súplica ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) después de que el juez considerara que no se probó que las subcontratas "se constituyan como empresas reales independientes", de forma que "su actividad real se limitó al suministro de la mano de obra".

Según señalaba la sentencia dictada por el magistrado Jesús Andrés Nevado, a la que tuvo acceso Europa Press, tampoco se probó durante la vista oral que las subcontratas "pusieran en juego una organización ni medios propios, ni tan siquiera que dispusiera de estos medios propios", un aspecto que, según puntualiza, estaban "obligados" según los contratos acordados con la empresa matriz.

El texto judicial mantiene además las consideraciones indicadas en el acta de infracción elaborada por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, en la que, entre otros aspectos, se examinan las cuentas de las subcontratas. En este sentido, el juez apunta que, sin que se haya contradicho mediante una pericial económica, se observa con claridad un "enorme desfase entre los gastos de ambas empresas y sus ingresos, y unos beneficios económicos superiores al 80 por ciento del volumen de negocio".

Este aspecto en torno a la relación de corrientes activos y pasivos de las subcontratas, señala el texto, "sólo es explicable si se trata de empresas realmente no dedicadas a la actividad para la que fueron contratadas, sino a la intermediación del contrato de trabajo", tal y como concluye además el informe de la Inspección de Trabajo.

Según se desprende de la sentencia, las subcontratas de José Amate, quien fue director de explotaciones de Elsur y actualmente se encuentra en prisión incondicional como imputado en el marco de la operación 'Poniente', en el caso de Arborimar el volumen de negocio alcanzó el 60,52 por ciento mientras que en el caso de Maviroad, éste llegaba al 63 por ciento, de forma que ambas entidades superaban el 80 por ciento del canon pactado en octubre de 2008.

De esta manera, la prueba documental presentada por la defensa de las subcontratas, que llegó a alcanzar los 9.000 folios, no llegó a acreditar que las compras de las compañías fueran más allá de los consumibles, indumentarias y señales de tráfico. "Es claro que, sí se sumasen los gastos de personal con unos gastos similares destinados a productos —maquinaria—, el resultado económico no podría resultar tan ventajoso para la empresa".

La sentencia, que también da cuenta de los "abundantes lazos familiares" que existen entre los socios de las empresas de las subcontratas, pone de manifiesto además las declaraciones obtenidas a través de la prueba testifical en la que empleados de las subcontratas explican la funciones que realizaban venían ordenadas desde mandos de Elsur, así como que la maquinaria y herramientas utilizados también procedían de la sociedad matriz.

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