La crisis económica empuja a 10.596 madrileños a trabajar en el extranjero

  • Son jóvenes de hasta 35 años con estudios superiores.
  • Los sociólogos hablan de "emigración selectiva".
  • Se van porque o no tienen empleo o es precario.
Pedro Ramírez, de 26 años, quiere irse a trabajar al extranjero.
Pedro Ramírez, de 26 años, quiere irse a trabajar al extranjero.
JORGE PARÍS
Pedro Ramírez, de 26 años, quiere irse a trabajar al extranjero.

Emigrar se ha convertido en una solución para muchos madrileños que buscan en el extranjero una salida laboral o aprovechan la falta de empleo para aprender idiomas o probar fortuna fuera de nuestras fronteras. Así lo demuestran las cifras del Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA), que en el último año ha sumado 10.596 madrileños a sus filas). Antes de la crisis, de abril de 2006 al mismo mes de 2007, los madrileños que emigraron fueron 1.239 y un año antes lo hicieron 735 personas.

Pero entre los casi 10.600 madrileños que han hecho las maletas en el último año (16.560 desde abril de 2008) no están todos, ya que muchos no se inscriben en las oficinas consulares. Además, desde la Oficina del Censo Electoral matizan que puede haber otras razones para el aumento (trámites de nacionalidad o acompañamiento familiar a quienes se van).

En cualquier caso, lo que tienen claro los sociólogos es que que se trata de una auténtica "emigración selectiva". Así la califica el catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos y experto en demografía, Alfonso de Esteban. "Se trata de personas con un alto nivel de estudios, que hablan uno o dos idiomas, y que se están marchando fuera porque o no encuentran empleo o está mal pagado", asegura.

Hacia EE UU o Alemania

El mismo perfil manejan en el programa de Movilidad Internacional de Adecco, donde se ha "duplicado" el número de solicitudes para irse a trabajar fuera, "incluso más de tres años", explican. Es más, el 50% de sus solicitantes se irían "con el mismo o incluso menor sueldo del que tienen ahora". Son mayoritariamente hombres, de edades comprendidas entre los 25 y los 35 años y con estudios superiores. "Nos dicen que quieren irse porque aquí tienen trabajo, pero no se sienten valorados".

Ése es uno de los motivos por los que, cada vez más, las peticiones se dirigen hacia Estados Unidos como país de destino (hasta un 35%). "Allí hay otra cultura empresarial, al trabajador se le tiene en cuenta y se le incentiva". Algo muy similar a lo que está ocurriendo con la elección de destinos escandinavos, que han pasado de un 5% a un 15% de demanda. "La gente busca economías estables con trabajo asegurado", explican en Adecco. El resto, el 50%, opta por países del entorno europeo, pero donde "el Reino Unido, Francia e Italia" pierden fuerza a favor de "Alemania y Portugal", que suben.

Pero no sólo los que quieren mejorar laboralmente se están yendo fuera. También los jóvenes (hasta 25 años) que buscan su primer empleo y aprovechan para aprender idiomas. En Class Projects (empresa de orientación de empleo en el extranjero) han visto crecer en un 20% sus clientes desde 2007.

1.321 alcalaínos por el mundo

Alcalá de Henares es el municipio con un mayor número de vecinos repartidos por el mundo, exactamente 1.321. Sólo le supera Madrid capital, con 149.147 de sus residentes en la diáspora. También Pozuelo contribuye a esta merma continua de población y suma 1.124 'exiliados', casi los mismos que Móstoles (1.081). En el otro extremo están Gargantilla de Lozoya, Pinilla de Buitrago, Ribatejada, Pozuelo del Rey y Villavieja: un emigrante.

Pedro Ramírez. 26 años, ingeniero informático: "No me gusta estar subcontratado"

Su actual empresa fue a buscarle y no le paga mal, pero "no formo parte de la plantilla, estoy subcontratado y esa situación no me gusta", se lamenta este malagueño que hace algo más de un año se vino a probar fortuna a Madrid y a "hacer un máster". Doce meses después busca nuevo destino: "Quiero irme a Estados Unidos, porque hay más oportunidades en mi sector y mi empresa actual no me ofrece esa posibilidad. Si lo hiciera me iría con ellos".

Pedro asegura que las empresas madrileñas "no apuestan por el personal, lo están externalizando todo y eso te impide sentirte parte de la empresa". Él cree que los empresarios "se han vuelto prudentes" por la crisis. Si el puesto de jefe de proyectos al que aspira en una multinacional no se materializa, China es el segundo país en su agenda. Eso sí, no se marchará solo. Su novia (norteamericana con trabajo en España) planea irse con él. Quizá en su destino valoren lo que Pedro lleva en la maleta: "Quiero echarle horas y sentirme corporativo".

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