Durante su intervención, el ex vicepresidente del Gobierno explicó que entre todos la nómica de poetas de principios de siglo XX, nombrando a Altolaguirre, Salinas, Machado, Cernuda, García Lorca o Alberti, Hernández presentaba una característica "excepcional" y es que, mientras los demás pertenecían a una clase acomodada y recibieron una educación , el alicantino era "un poeta que tenía la poesía como un oficio".

Por otro lado, manifestó que "su vida y su obra son la misma cosa" y añadió que "no hay un poeta que albergue una relación tan grande entre lo que ve y siente y escribe". Además, señaló que escribe intentando "demostrar que podía escribir como los poetas del momento", así 'Perito en luna' era para demostrar que como los demás podía alcanzar un estilo "neogongórino". Tras este trabajo evoluciona en sentido ideológico, resaltando su "vida, la mujer, el amor y el hecho de eternizarse en un hijo". Al mismo tiempo, apuntó que Hernández va descendiendo desde "lo teórico hacia poner los pies en la tierra".

Guerra aseguró que el alzamiento militar el 1936 "marca el cambio importante de su vida y lo convierte en un hombre comprometido y un poeta revolucionario". Hernández como los grandes escritores es "universal en el tiempo y en el espacio", afirmó.

Por su parte, el director del Instituto Cervantes en Budapest, Pérez Bazo, resaltó la creación de "una obra casi perfecta en menos de una década, en poco más de diez años, desde 'Perito en luna' hasta 'Cancionero y Romancero de ausencia', subrayando el "saber asumir las influencias de su tiempo". Asimismo, señaló que Hernández refleja "el devenir del siglo xx". En este sentido, aseguró que fueron "diez años sabiendo adaptarse a las circunstancias". Al hilo de esto, Guerra añadió que fueron "diez años, de los cuales tres estuvo combatiendo y tres en la cárcel".

"Es un poeta auténtico, singular, sincero, que sólo dice lo que piensa y con compromiso ético", definió Pérez Bazo a Hernández, precisando que "con sus sombras, pero quién no las tiene". Por otro lado, expresó que, a su juicio, "la poesía de Hernández no es siempre igual", distinguiendo entre la de urgencia, social, de combate, de amor, entre otras.

"unos de fiestas,

él en el frente"

Con respecto a la postura tomada por el escritor de Orihuela, el político sevillano afirmó que la mayoría de los poetas con el alzamiento defienden la República, pero "ninguno toma el compromiso como Hernández". Así, mientras "unos viven en el Palacio Hernández Espinola celebrando fiestas, Miguel está en el frente", resaltando este hecho hasta el propio Juan Ramón Jiménez, aunque Pérez Bazo añadió que Cernuda y otros también combatieron.

Asimismo, Guerra apuntó que la poesía de Hernández, "aunque hecha en condiciones desfavorables, es muy pensada" como refleja que vaya cambiando la métrica, apareciendo la octava en 'Perito en Luna' y para hablar de la guerra utilice el romance. "La única mente creativa comparable a la de Hernández era la de Lorca", aseguró.

Hernández, que coincidió, según la leyenda con Franco en el Real Alcázar de Sevilla cuando trabajó allí como jardinero, contratado por el poeta Romero Murube, que estaba al frente del Palacio, según Guerra, es "de los pocos poetas que presienten la muerte", según Pérez Bazo, que añadió que fue una persona "cabezón de los haya, enamorado de Josefina, con gafe y mala suerte", cuatro elementos que explican que "tampoco hiciera demasiado para salir de España", según el catedrático.

Asimismo, apuntó que su poesía fue "de compromiso ético en todo momento, no quebrada cuando, incluso, coquetea con el fascismo". Bazo apuntó que el poema 'Hijo de la luz y la sombra', "resume todo Miguel Hernández".