701 cordobeses son portadores del virus del sida, la mayoría por drogas

«En las horas que estoy aquí se me van de la cabeza las cosas malas», dice Gabriel Carrasco, de 43 años, vecino de Las Margaritas y portador del virus desde 1985.
Un perfil que comparten muchos cordobeses que han contraído la enfermedad por consumo de drogas, que son de barriadas marginales y que «sufren a diario el rechazo y la exclusión social», según explica Cándido Rodríguez, director de Cáritas Diocesana de Córdoba. No en vano, la mayoría de ellos proceden de familias desestructuradas y son desempleados que ni siquiera pueden valerse físicamente .

Cáritas Diocesanas de Córdoba cuenta con un programa específico de atención a enfermos de sida, 20 en concreto, que se desarrolla a través de tres líneas de acción: atención a la familia de los enfermos (se controla la higiene personal y de la casa), atención hospitalaria (se hace un seguimiento de controles médicos) y talleres ocupacionales.

«Se trata –comenta Inmaculada Cebrián, coordinadora del taller de artesanía y manualidades– de que vengan aquí como a un trabajo (tres días en semana). Nosotros podemos ayudarles pero el empeño debe ser suyo: tomarse las medicinas o dejar de beber es su tarea».

Los servicios de atención sanitaria de la provincia de Córdoba han detectado 24 casos más de infectados por el VIH en 2005, por lo que ya se han registrado 701 enfermos por esta patología desde su aparición. En Córdoba, hay 701 enfermos, el 76% hombres y el 90% contrajo la enfermedad por consumo de drogas.

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