En declaraciones a los periodistas, Zoido aseguró que su teórica llegada a la Alcaldía se sustenta en "lo que percibo del cariño de la gente, la ilusión por un cambio tranquilo que trasladan todos los sevillanos, así como lo que percibo del propio PSOE, que ha entregado la Alcaldía, y de todas las encuestas, nuestras y de otros".

El portavoz municipal popular, "absolutamente convencido" de que será el próximo regidor de la ciudad, reivindicó que cuando se presentó hace tres años a unos comicios que ganó "ya dije que me iba a quedar en el puesto, y he permanecido en la oposición con mucha dignidad, orgullo, ilusión y ganas".

Sin embargo, Zoido hizo alusión a una "reflexión" que lanzó ayer en una tertulia, y en la que señaló que si no llegaba a ser alcalde abandonaría el Ayuntamiento. En este sentido, aseguró que hizo "un ejercicio de sinceridad conmigo mismo, que a lo mejor no es a lo que la gente está acostumbrada". "Hay hoy un alcalde que está pendiente de que le den algo, y yo eso no lo voy a hacer nunca", indicó, defendiendo que es "una persona que ha venido a la política a servir".

"Llevo sirviendo a la sociedad desde los 25 años, que fui juez, y ahora sirvo desde la oposición con mucha ilusión y optimismo", señaló el portavoz municipal del PP, que defendió no ser "de esos políticos que se quiere aferrar a un sillón, porque hay que servir a la política y no servirse de ella". Por todo ello, añadió, "si los demás no quieren que les sirva, me iré y colaboraré para el engrandecimiento de la ciudad, porque si algún día me necesitan saben q siempre me van a encontrar".

Cuestionado por la opinión de su partido al respecto, Zoido señaló que no ha comentado nada con el PP, "que es el primero que sabe que voy a ser el próximo alcalde", ya que todo surgió por una "reflexión sincera, como lo sentí lo dije, vengo a servir y no a servirme", criticando asimismo a las "minorías que se agarran al sillón a cualquier costa".