Las medidas se centran, especialmente, en el recorte gasto social, a través de la eliminación de prestaciones (tales como la retroactividad de las prestaciones por dependencia) y, sobre todo, inciden negativamente en nuestro irrenunciable sistema de pensiones, condenándolo a su congelación en 2011.

Recortes que, por su implicación con el modelo de Estado de Bienestar que defiende la UGT, resultan "especialmente nefastas". De igual modo, incumple los acuerdos alcanzados en materia de función pública, congelando y rebajando un 5 por ciento los salarios, lo que supondrá, además, un "duro golpe para las familias del 25 por ciento de los empleados públicos, que ya son trabajadores temporales con bajos salarios".

Entretanto, mientras lo propuesto "supondrá sacrificios" para los funcionarios y los pensionistas, el Gobierno "omite" cualquier medida de actuación contra el fraude fiscal, la subida de impuestos para que paguen más quienes más tienen, o actuaciones sobre nuestro sistema financiero, eximiendo de responsabilidad a los especuladores e impidiendo aplicar una reforma que "impida una nueva crisis en el futuro y que limite el desmesurado margen de beneficios de multinacionales y entidades financieras".

De este modo, las medidas adoptadas generan "un conflicto social de primer orden, puesto que tambalean las relaciones con las organizaciones sindicales, limitan la confianza de los trabajadores y ponen en peligro la continuidad del diálogo social", señaló el sindicato.

Por último, UGT de La Rioja apuesta por "fortalecer la unidad de acción con CCOO de modo que se diseñe una respuesta conjunta a estos duros recortes".